“La UGR genera ya el 8% del PIB provincial, el más alto de toda España”
El máximo responsable de la principal institución académica de la provincia, que en 2026 celebrará sus 500 años de existencia, afirma que su prioridad al frente de la misma es llevar a cabo un proyecto “integrador y transformador”

Tras cinco meses al frente de la Universidad de Granada, Pedro Mercado incide en estos momentos en uno de los primeros propósitos que pretende llevar a cabo durante su mandato como rector: mantener el bienestar de la comunidad que integra esta institución académica, donde la igualdad y la inclusión de todos sus miembros sean la seña de identidad. En la entrevista mantenida con GRANADA ECONÓMICA, Mercado resalta, entre otras muchas cuestiones, el peso determinante que tiene la UGR en la economía provincial, pues no en vano genera el 8% del PIB provincial, el más alto de toda España.

¿Cuáles son las principales líneas de su programa de gobierno al frente de la Universidad de Granada?

Trabajamos en un proyecto integrador y, a la vez, transformador para la institución. Con esa premisa enfrentamos los retos urgentes que las circunstancias imponen y otros que voluntariamente acometemos pues aún queda mucho espacio de mejora. Entre los desafíos a los que nos enfrentamos que vienen impuestos por circunstancias ajenas a la UGR está la adaptación de nuestros estatutos a la nueva ley universitaria, así como las transformaciones que se están produciendo en el ámbito universitario europeo. En los retos que acometemos a iniciativa propia, el primero es mantener a la Universidad de Granada centrada en el bienestar de la comunidad que la integra. Para ello, estamos adoptando medidas que fomentan un desarrollo humano y profesional digno, que nos permite construir una UGR aún más igualitaria e inclusiva, volcada en la eliminación de toda clase de desigualdades y que aborde de manera innovadora la lucha contra las brechas de género. Trabajamos a la vez en una institución que apueste por la innovación y la excelencia en todos sus ámbitos y que siga siendo motor de desarrollo.

El envejecimiento del personal docente e investigador les plantea todo un reto para los próximos años. ¿Cómo lo van a resolver?

Efectivamente, se trata de un reto importante para nuestra universidad dado que en la actualidad la edad media de nuestro PDI se sitúa en torno a los 51,4 años. Debemos continuar con la política de rejuvenecimiento de la plantilla mediante la incorporación de profesorado joven que garantice el relevo generacional de la plantilla.

La Universidad de Granada es una de las ‘locomotoras’ de la economía provincial. ¿Qué movimiento genera cada año en millones de euros? ¿Qué aportación supone al PIB provincial?

Sin lugar a duda, la UGR es el principal motor de la economía provincial como así lo han puesto de manifiesto recientes estudios. Por una parte, el estudio de generación de valor de la UGR en su entorno encargado por el Consejo Social de la UGR en 2020, sobre datos de 2018, puso de manifiesto que la UGR representa el 6,12% del PIB de la provincia de Granada y genera el 7,77% de los puestos de trabajo que existen en ella. El impacto total sobre la producción para ese año 2018 se estimó en 2.197 millones de euros, para la renta en 1.036 millones de euros y en términos de empleo en 25.571 puestos de trabajo. Un reciente estudio realizado por el Ministerio de Universidades referido al 2021, estima que la UGR genera el 8% del PIB provincial, el más alto de toda España.

La UGR ha dado un impulso notable a la conexión con el tejido económico provincial en los últimos años ¿hay cambios en este sentido o habrá una cierta continuidad?

En la UGR tenemos un fuerte compromiso con el tejido económico de nuestro entorno y, en particular, con los procesos de innovación y transferencia de conocimiento. Queremos ser generadores de oportunidades para Granada y, prueba de ello, es que una parte importante de la mejora de los indicadores en transferencia se debe al impulso en nuestra la colaboración con el entorno. La evolución de la transferencia es claramente positiva. Si atendemos a los indicadores, vemos como se ha incrementado considerablemente la captación de recursos procedentes tanto de contratos de investigación como de convocatorias de proyectos de investigación colaborativa. También crece el número de solicitudes de patentes, especialmente las internacionales, lo que nos sitúa entre las cuatro primeras universidades de España. También crecen indicadores como la captación de financiación en proyectos de prueba de concepto, la interacción con empresas ubicadas fuera de España o la identificación de tecnologías capaces de convertirse en proyectos empresariales.

¿Cómo cambiará la faz a la Universidad de Granada la puesta en marcha del IFMIF-DONES?

IFMIF-DONES es un proyecto que acometemos conjuntamente la Universidad de Granada y el CIEMAT, y está considerado un European Research Infrastructure Consortium (ERIC), es decir, es una infraestructura fundamental para España y para la UE. Este proyecto de acelerador de partículas desarrollará nuevos materiales y empresas de alto componente tecnológico, para dar soluciones en el campo de las energías renovables, las tecnologías limpias de producción energética, la salud y las soluciones medioambientales. La sola enunciación de sus objetivos da una idea de la importancia que este proyecto tiene para la UGR. Además, en este marco, se ha constituido lo que hemos denominado UGR-Dones, cuyo objetivo es crear un ecosistema de innovación entre el personal investigador de referencia que se desarrolle en paralelo y en coordinación con el proyecto de acelerador de partículas. CINMAT-GRANADA es, por ejemplo, uno de los instrumentos derivados de este UGR-Dones y se configura como un centro dedicado a la innovación de trasferencia de tecnología para los materiales avanzados que requiere el acelerador. En definitiva, el proyecto IFMIF DONES es uno de los proyectos transformadores para la Universidad de Granada y estoy seguro de que también será un paso más en nuestra consolidación como centro de investigación internacional de referencia.

¿Y sobre la Inteligencia Artificial, qué papel puede desarrollar la UGR a nivel estatal?

La Inteligencia Artificial también entra en ese marco de proyectos estratégicos y transformadores. Lo que hemos denominado UGR-AI es un proyecto de creación del Centro Andaluz de Innovación y Digitalización: Inteligencia Artificial, Ciberseguridad, Entornos Virtuales y 5G (CAID) que, con un presupuesto de 48,5 millones de euros, integra a todos los grupos de investigación en transformación digital de la UGR y también a grupos de la Universidades de Jaén y Córdoba. Este proyecto tiene ya algunos hitos importantes sobre los que se apoya como son, por ejemplo, el Centro de Excelencia AI-Lab Granada, junto con los socios tecnológicos Indra, Google Cloud y Nvidia, o el Digital Hub Andaluz de Innovación en IA y Robótica, AIR-Andalusia, que integra a los agentes tecnológicos más importantes del sector andaluz. El objetivo de este proyecto es ser el núcleo de un ecosistema que vertebre el impulso para la transformación tecnológica de empresas en cuatro ámbitos en los que Granada ha demostrado ser un referente internacional: inteligencia artificial, ciberseguridad, realidad virtual y 5G.

100 millones

En su día, usted propuso un plan de 100 millones de euros en inversiones a 6 años. ¿En qué se empleará ese dinero si logra disponer del mismo?

La calidad de las infraestructuras es fundamental a la hora de asegurar el bienestar en sentido amplio de nuestra comunidad. Debemos contar con espacios de trabajo e instalaciones de calidad y, por supuesto, sostenibles. No me refiero solo a las aulas o laboratorios, sino que incluyo a todos los entornos que contribuyen al desarrollo integral de las funciones que la sociedad encomienda a la universidad. Por eso, tenemos entre nuestros objetivos mejorar las condiciones de habitabilidad y trabajo de las instalaciones y para ello desarrollaremos un plan de infraestructuras y equipamiento científico que atienda las necesidades de espacios por campus y centros, que irá acompañado de un plan de mejora y adecuación del equipamiento científico. Entre las actuaciones más necesarias quiero mencionar la ampliación del edificio principal del campus de Melilla y la finalización del pabellón deportivo en ese mismo campus, un nuevo edificio de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías de Informática y de Telecomunicación en el campus de Aynadamar, la construcción del edificio de la Facultad de Odontología en el PTS, la construcción de un aulario en el campus de Cartuja, la construcción de un edificio polivalente de investigación y la rehabilitación de la piscina en el campus de Fuentenueva o la rehabilitación de edificios y reorganización de espacios en el campus Centro. Y junto a ello, trabajaremos en el desarrollo del plan director y dotación progresiva de espacios en la Azucarera.

Cambiando de tema, la UGR ha diseñado un protocolo para vigilar la salud mental de sus estudiantes. ¿El problema crece cada curso?

La preocupación por la salud mental y el bienestar del estudiantado de la Universidad de Granada es algo que nos preocupa y nos ocupa, y cada vez más. Nuestro Plan Estratégico nos dirige hacia una ‘universidad para las personas e inclusiva’, con énfasis en la necesidad de velar por la salud física, el bienestar y la salud emocional de toda la comunidad universitaria. Tenemos numerosos datos que nos informan de la percepción del problema de la salud mental y su magnitud entre nuestro estudiantado. Por ejemplo, la demanda atendida desde el Gabinete Psicopedagógico de la UGR, en crecimiento continuo en los últimos años; o la necesidad expresada de solicitud de ayuda y la necesidad de hablar con frecuencia; o la demanda de los propios servicios de la Clínica Universitaria de Psicología. A esto se suman los datos objetivos como los derivados del informe solicitado por los ministerios de Sanidad y Universidades al CIBER de Salud Mental sobre la salud del estudiantado universitario después de la pandemia. Más de 2.500 estudiantes de la Universidad de Granada participaron en este informe y los datos para nuestra Universidad no nos permite mirar hacia otro lado. No obstante, estamos hablando de ‘síntomas’, no de patologías. Síntomas que son realmente importantes pues pueden corresponderse con las primeras fases de un problema de salud mental pero que ya hacen necesaria de intervención. Y la UGR ya está en ello.

¿Qué planes tiene la institución para la conmemoración de su quinto centenario?

La celebración tendrá dos momentos álgidos. En primer lugar, el 2026, año en el que conmemoramos el 500 aniversario de la cédula de Carlos V que dio lugar a la creación de las primeras facultades. Casi cinco años después, el 14 de julio de 1531, el papa Clemente VII firmó la bula papal que supone el documento constitutivo de la UGR al otorgar a la institución que creó Carlos V la condición de universidad. Así pues, nuestra decisión es honrar como se merecen ambas fechas. Para ello va a resultar fundamental mantener el pulso de la actividad cultural y científica de aquí en adelante. A esa actividad cultural, en los años que faltan hasta 2026 unimos ciertas intervenciones arquitectónicas que nos permitan tener en perfecto estado los edificios patrimoniales. No quiero dejar de mencionar también un importante acontecimiento deportivo al que nos vamos a postular, como es los EUSA o European Universities Games 2030, que será una magnífica antesala a la celebración de nuestro V Centenario en 2031.

Usted es considerado un ‘hombre de la casa’, que ha pasado por varios cargos y responsabilidades en la UGR ¿Le ayuda todo este bagaje en la toma de decisiones cada día?

Ingresé en la Universidad de Granada en 1982 como estudiante de Derecho. Imagino que soy hombre de la casa, sí, pero de lo que estoy seguro es de que la UGR es mi casa, yo la siento como tal. Al margen de los cargos, mi estancia aquí incluye muchos más momentos de los que estoy especialmente orgulloso. Mi maravillosa época de estudiante, la época dedicada a la investigación y la docencia, desde aquellos años de becario en el Departamento de Filosofía del Derecho hasta el momento en el que me convertí en catedrático. Ese recorrido es maravilloso y es en realidad el que me forja como miembro de la comunidad universitaria. Los cargos, que también son apasionantes, forman ya parte del recorrido por el que te lleva la carrera profesional, y, efectivamente, todo eso ayuda en el día a día.

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