La UE quiere dejar a Granada, Málaga y Almería sin Corredor Mediterráneo

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Infraestructuras / GOLPE AL DESARROLLO ANDALUZ

Patronal y sindicatos exigen a Fomento que defienda con contundencia el trazado Mediterráneo íntegro

Media Andalucía está en pie de guerra, o en vías de estarlo, tras hacerse pública la decisión de la UE de apostar por el denominado Corredor Central Ferroviario (Algeciras-Madrid-París) en prime lugar y, posteriormente, por ese híbrido central-mediterráneo que excluye a Málaga, Granada, Almería, Murcia y Alicante, y que pretende conectar a Algeciras con Madrid, la capital con Valencia y esta con el resto del levante mediterráneo.

La exclusión de esas provincias andaluzas, especialmente Granada por cuanto es la provincia el ámbito de distribución de este periódico, destruye buena parte de las posibilidades de desarrollo de una tierra que ha visto como todas las infraestructuras llegan tarde o, como la A-7, aún no lo han hecho. Por esta razón,  empresarios, sindicatos y partidos políticos, han respondido al unísono amenazando con movilizaciones contundentes y exigiendo al Gobierno que haga entrar en razones a la UE cueste lo que cueste. 

La Unión Europea, que se había inclinado inicialmente por incluir el llamado Corredor Central en la Red Básica Transeuropea de Transportes recurriendo para ello a una suerte de argumentos centralistas tan trasnochados como mezquinos, sobre todo si consideramos que el sureste peninsular es una de las zonas secularmente olvidadas por los distintos gobiernos y el corredor mediterráneo representa una gran oportunidad para converger con el resto de España y Europa, corrige su posición adoptando parte del trazado del corredor mediterráneo, algo que en modo alguno se está dispuesto a aceptar en las tres provincias andaluzas afectadas. La conexión de los puertos de Algeciras, Motril y de las zonas hortofrutícolas más importantes de Europa (Granada, Almería y Murcia) con el corazón de la Unión es un proyecto tan viable como necesario. 

El hecho de que el Corredor Central sea una conexión más directa entre las capitales de los tres estados miembros por los que discurre, Portugal, España y Francia, no se puede considerar un argumento serio ni definitivo para excluir de la “Red Básica” al mediterráneo, pues con el mismo se justificaría y se consagraría la desigualdad más insostenible e incomprensible. Las fuerzas vivas gaditanas (sindicatos, Cámara, Universidad, Federación de Empresarios, etc) hacen suyos los argumentos de la UE e insisten en que el corredor por Madrid es la conexión «natural», ¡como si el mediterráneo fuera una realidad artificial, de cartón piedra! Es verdad que la inversión puede ser algo superior en el corredor mediterráneo y que el área de influencia decrece un poco, como también es cierto que conectar el puerto de Algeciras con Madrid es muy atractivo para los gaditanos, pero es estos argumentos decaen en favor del empujón al desarrollo de toda la franja costera que implica el corredor mediterráneo, sobre todo de algunas de las provincias peor paradas en los principales indicadores económicos, como Granada y Almería. Territorios, como el caso de Granada, en los que las infraestructuras de comunicación básicas aún no han concluido, como la A-7. 

Gran inversión

La idea de Bruselas es invertir en España hasta 2020 un total de 21.700 millones, parte de ellos para el eje de mercancías Algeciras-Madrid-Valencia que conectará con Francia. La actual situación económica hace más que improbable que Bruselas pueda inyectar en poco tiempo nuevos fondos para otro tipo de corredor ferroviario, con lo que se cumpliría así el temor del portavoz del “lobby” empresarial Feermed, Joan Amorós, concretado en la siguiente afirmación: “En la Unión Europea no ven claro que el Gobierno central vaya a invertir lo que tiene que invertir hasta el año 2030”. Para Amorós, así como para buena parte de las instituciones que se adhirieron al ”lobby”, “es un error que Fomento no defienda ante la UE el pasillo mediterráneo”. 

Presión al Gobierno

Eso quiere decir que si esas provincias (Málaga, Granada, Almería, Murcia y Alicante)  quieren  disponer de ese corredor ferroviario no tienen otra alternativa que presionar a José Blanco para que la Unión Europea incluya al Corredor Mediterráneo en la “Red Básica”. Pero a esta situación tampoco se ha llegado por casualidad, porque el corredor central es el único proyecto que ha tenido Bruselas sobre la mesa en los últimos 10 años, es decir, durante todo el periodo de gobierno de Zapatero y parte del último mandato de Aznar, lo que significa que en los dos últimos lustros casi nadie se ha tomado muy en serio este proyecto, salvo la sociedad civil de estas provincias.

Los empresarios de todo el litoral se muestran más confiados según que zona. En Granada y Almería han puesto el grito en el cielo para que Europa asuma el corredor mediterráneo de mercancías que presentó el Gobierno el pasado mes de marzo. Incluso van algo más allá:  aquí se pide el corredor con o sin el apoyo de la UE. Las primeras voces que se han dejado oír son las de Javier Jiménez y Gerardo Cuerva, máximos responsables de la Cámara de Comercio y la Confederación de Empresarios, respectivamente, que en rueda de prensa conjunta celebrada a mediados de este mes de julio, expresaron su preocupación por el asunto al tiempo que “invitaron” al Gobierno a dar un paso adelante y que ni no consigue financiación europea se comprometa directamente con el proyecto. Jiménez recordó que si el litoral mediterráneo queda excluido de las prioridades de la Comisión Europea, podría verse afectado más del 40% del PIB del país, el 70% del turismo y el 60% de las exportaciones. 

El trazado barato

La importancia de que finalmente la Comisión Europea incluya todo el corredor mediterráneo en su lista de prioridades, se traduciría en fondos europeos para su realización y  lo que es más importante, blindaría el compromiso de que los fondos del Estado se destinen a esas obras. Como es natural, Europa dibuja el trazado más barato hasta Madrid, y luego satisface a valencianos y catalanes, ignorando una vez más a buena parte de Andalucía, la más desfavorecida, que tendrá que volver a salir a la calle y eso a pesar del enorme peso de los más de sesenta parlamentarios que nuestra comunidad tiene en Madrid.  

Reacción del PSOE 

Ante la avalancha de críticas, el Gobierno y el partido que lo sustenta, el PSOE, se han apresurado a contener la hemorragia. Mociones en todos los ayuntamientos de las provincias excluidas de Andalucía -no sabemos si ha hecho lo propio en Murcia y Alicante-, ruedas de prensa por doquier y acciones explicativas a todos los niveles en las que quieren dejar claro que apuestan por el proyecto presentado por el ejecutivo en marzo. 

En las mociones, los grupos municipales socialistas instarán al Ministerio de Fomento “a desarrollar cuantas iniciativas sean necesarias ante las instituciones europeas para conseguir la inclusión del Corredor Ferroviario Mediterráneo en la Red Básica Transeuropea de Transportes se conformidad con el estudio técnico presentado por el Ministerio el pasado 16 de marzo de 2011”.

Como es natural, los socialistas critican el supuesto liderazgo del Partido Popular en el seno de la Plataforma por las Infraestructuras, encarnado en la persona del alcalde de Motril, Carlos Rojas. El PP acusa de forma directa al Gobierno de Zapatero de ser el responsable de “semejante atropello” tildando de inadmisible que no se presione a Europa para conseguir que el corredor en su integridad se incorpore a la Red Central Transeuropea. En la misma línea, Concha de Santa Ana, ha manifestado que de tomar la Comisión Europea la decisión de que el Corredor Mediterráneo no llegue a Anda
lucía “será porque el Gobierno español no se ha comprometido a desarrollarlo en la costa andaluza antes de 2030, lo cual demuestra la falta de planificación y de visión de este Gobierno socialista”. Lo que está claro es que si la presión del Gobierno no logra hacer cambiar de idea a la Comisión Europea, será este ejecutivo o su flamante candidato quién lo pague en las urnas. 

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