“La concentración de la oferta es el único camino para comercializar”

Granada Económica • En primera persona

ENTREVISTA / GREGORIO NÚÑEZ. PRESIDENTE DE FAECA GRANADA

Núñez asegura que no es suficiente con tener los mejores productos para penetrar en los mercados

Gregorio Núñez ha sido reelegido presidente de la Federación Andaluza de Empresas de Cooperativas Agrarias de Granada (Faeca) en la asamblea ordinaria que tuvo lugar el pasado seis de mayo en el hotel Abades Nevada Palace. Núñez es un hombre vinculado desde muy joven a la agricultura. Entre otros cargos, ha sido vicepresidente de Faeca Andalucía, entidad en la que ahora ocupa una vocalía.

Además, preside la cooperativa de segundo grado ‘Tierras Altas’ y la cooperativa andaluza ‘Temple’. Faeca Granada mantiene una fuerte estructura basada en su gran capacidad de interlocución con las administraciones, en defensa del sector agrario, y sus servicios especializados en la atención a sus 85 cooperativas asociadas. 

Tiene usted fama de ser un hombre muy ligado al cooperativismo…

Bueno, sí. Al cooperativismo y a cualquier tipo de corporación. Porque creo que si se puede hacer algo positivo por los demás, debemos hacerlo. Es una obligación moral que tenemos las personas por participar en proyectos  y más si son sociales como las cooperativas.

¿Cuándo empezó usted a trabajar en este mundo?

La verdad es que no me acuerdo, pero calculo hará bastante más de 20 años. En ese tiempo todo ha cambiado mucho menos la filosofía del cooperativismo que sigue siendo la misma, toda vez que de lo que se trata es de gestionar empresas de economía social, en este caso de las economías agrarias y cumplir con los principios cooperativos que desde el siglo XIX vienen construyéndose y que aún están en vigor si se quiere observar. Estos principios no son otros que la democracia en la gestión, la solidaridad entre los socios de las cooperativas, la transparencia en la gestión, la gestión única y por los propios interesados… Si que es verdad que ahora mismo se están intentando cambiar algunos aspectos en la ley de cooperativas que para mi es extraordinaria, si bien hay que adaptarla a las corrientes de la Unión (UE) pero sin alterar estos principios a los que he hecho referencia. De ahí que nos hayamos posicionado en estos temas, como son los votos plurales, la representatividad y algunos otros aspectos de tipo económico. Desde Faeca Granada defendemos que las cooperativas mantengan principios democráticos de la filosofía cooperativa como es un voto para cada socio. En este sentido, tenemos claro que todos los socios de las empresas de la economía social son importantes, tanto los que aportan una mayor producción como los de menor volumen cooperativizado. Todos suman. Así, a pesar de los tiempos difíciles estamos saliendo a tope, las cooperativas mantienen, con mucho esfuerzo, buenos resultados económicos año tras año.   Si los tiempos demandan otras cosas, también estamos de acuerdo en que sean las asambleas generales de las cooperativas las que tomen esos acuerdos. Por lo demás, los tiempos son difíciles para todos, pero es verdad que este tipo de empresas gestionadas por nosotros mismos esta consiguiendo que, de momento, evitemos la intermediación de los agentes de los que toda la vida nos hemos quejado. 

Además, tenemos la suerte de que las entidades financieras están mirando más para estos sectores que para otros, porque cumplimos con nuestros compromisos, no hay morosidad y los compromisos se cumplen campaña tras campaña. Así, a pesar de estos tiempos difíciles estamos saliendo a tope. También hay que tener en cuenta que somos muy buenos empleadores, estamos fijando población a los territorios y estamos haciendo que estas empresas sean el motor económico de muchos pueblos pequeños y muy pequeños. En definitiva creo con todas las dificultades que se están presentando, estamos cumpliendo con nuestros objetivos de tipo económico. 

Si los retos al principio de ese periplo consistían en hacer cooperativas, ¿hoy son otros?

No cabe duda de que esto ha cambiado y estamos indiscutiblemente inmersos en proyectos de concentración de oferta toda vez que las pequeñas empresas que pues vemos que ya no son viables. Tenemos que hablar de volumen de negocio, de volumen de gestión y tenemos que agruparnos para tener representatividad en los mercados y obtener resultados abaratando costos. Esta es otra etapa, de hecho en Granada hemos constituido una cooperativa de segundo grado que la componen en la actualidad 16 cooperativas de la provincia y desde ahí lo que pretendemos es un grupo comercializador de aceite de Granada envasado a la vez que gestionemos los graneles de las cooperativas. 

Desde esta nueva empresa, Aceites de Granada Tierras Altas, estamos dando los primeros pasos y sí que es verdad que son difíciles toda vez que este mercado todavía no está perfectamente regulado, es un sector muy conservador, donde se habla de ‘mi’ aceite y hay que empezar a hablar de otra forma. De hecho, se está viendo que está el grupo Hojiblanca, está Oleoestepa, Oliva de Segura… pero yo creo que tenemos que seguir en ese camino y ser capaces de crear una empresa que controle aproximadamente unas 500.000 toneladas de aceite. De esta forma se puede controlar algo el mercado, teniendo en cuenta que hay otros terceros países que están iniciando grandes plantaciones de olivas y, aunque aquí decimos que esos climas no son aptos para el olivo, yo creo que si son aptos, porque en países como China, Argentina, Chile, México, hay zonas donde hay climas parecidos a este mediterráneo interior nuestro donde el olivo se da perfectamente. Hay que tener en cuenta que el olivo es una planta de secano, pero ahora mismo la hemos convertido en regadío y estoy convencido de que tiene que haber climas en el mundo con unas características similares al nuestro. De hecho, aunque sigamos siendo el primer país productor de aceite de oliva del mundo, -y concretamente Andalucía la primera región productora del mundo- en pocos años puede que no lo seamos por lo que tenemos que ponernos las pilas para concentrar muchísima oferta y desde ahí poder luchar contra esta nueva situación que se avecina. 

¿Qué se puede hacer para romper esa atomización de la producción de la que antes hablaba, esa aversión al grupo?

Hombre, llevamos años trabajando para poner en valor esos fantásticos aceites pero hay que reconocer que queda mucho por avanzar y hemos de buscar nuevas soluciones. En el supuesto de que consigamos poner en valor aceites de extraordinaria calidad como por ejemplo los producidos en el poniente y la zona norte de nuestra provincia, que cuentan con denominación de origen, la comercialización exige la agrupación porque no es posible según en qué tamaño. Es preciso ir agrupados porque la comercialización lleva unos gastos muy elevados y usted no le puede colgar a unos cuantos miles de kilos de aceite unos gastos tan importantes. Tenemos los mejores aceites del mundo, pero por sí solos no se pueden comercializar. 

¿Y qué nos puede decir de la iniciativa de unión de varias cooperativas hortofrutícolas andaluzas?

Es una idea muy buena que se quieran unir varias cooperativas, en concreto El Grupo y Única, que forman así la tercera cooperativa de Andalucía, para comercializar estos productos. La verdad es que yo tengo pasión por Almería porque allí anduve unos cinco años, cuando tenía 20, y le tengo un cariño muy especial. En aquel tiempo todavía se cultivaba al aire libre. Le hablo del año 64 o 65. A partir de ahí empezaron los invernaderos. Cuando venía a Granada ya me preguntaban si se echaba arena de la playa y luego se tapaba con plásticos y si se sembraba así. Yo les decía que eso llevaba otras cosas, pero efectivamente, la arena tiene la propiedad de guardar la humedad y eso implica poco consumo de agua. No cabe duda de que
Almería tuvo un boom extraordinario en ese tipo de cultivo. La gente de allí lo ha hecho muy bien. La noticia de su unión con los productores de la costa de Granada es una muy buena noticia. Granada ha reproducido el modelo en parte y tenemos empresas muy importantes como La Palma , El Grupo y Procan. Esta unión interprovincial deja claro que ese es el futuro. 

El tema es que hay que llegar a los mercados. Mire, el 85% del tomate que se consume en Europa es almeriense, pero ni mucho menos ese porcentaje es comercializado por cooperativas, y esto es un problema. ¿Cuántas marcas de tomate de Almería hay en los mercados europeos? Si hubiera dos o tres como mucho, mandarían en el mercado pero ahora mismo no es así porque se hacen competencias entre las mismas. Por eso creo que el futuro está la concentración de la oferta de cualquier producto agrícola. Como tampoco pasaría nada si creáramos un grupo alimentario multisectorial. Ese es un proyecto que alguien ya lo tiene en mente en Andalucía. 

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