"El tejido productivo de Granada requiere un mayor acceso al crédito"

Desde su elección como presidente de la CGE usted manifestó su intención de imprimir un “cambio radical” en la filosofía y actuación de la Confederación. ¿Nos podría describir como ha sido ese cambio por el que usted apostó?

En este tiempo hemos logrado una Confederación más cercana, joven y dinámica, que eran algunos de los objetivos que nos planteamos. Aunque aún queda mucho por hacer, creo que lo estamos consiguiendo con el apoyo y la unión de todos los empresarios granadinos, que tienen en la CGE una organización a su servicio y que defiende sus intereses.

¿Cuáles son las principales inquietudes del tejido empresarial granadino?

Desgraciadamente hay muchas ahora mismo. Quizás los problemas más acuciantes sean la destrucción de empleo y la limitación de acceso al crédito, lo que, junto a los mayores niveles de deuda, está llevando a las empresas a una situación muy complicada. Por eso el colectivo empresarial aboga por conceptos como la ‘flexiseguridad’ del mercado laboral o la seguridad jurídica para potenciar la iniciativa privada como principal motor de la economía española. Las administraciones deben fortalecer los instrumentos públicos de apoyo financiero y, sobre todo, desarrollar políticas de austeridad que conlleven una reducción del gasto corriente. Los empresarios granadinos también ven con preocupación cómo sectores tradicionalmente fuertes e imprescindibles para la provincia, como el turismo o los servicios, comienzan a sufrir seriamente por la crisis. Por eso apostamos por adoptar medidas que eviten el hundimiento de estas actividades, como la necesaria reforma fiscal o el entendimiento con los representantes de los trabajadores en la negociación colectiva.

En estos momentos de crisis general y financiera, ¿cuál está siendo la actuación de las entidades ahorristas granadinas Caja Granada y Caja Rural de Granada?

Ambas entidades hicieron un esfuerzo por sacar al mercado nuevos productos adaptados a las necesidades de las empresas en este tiempo de crisis, pero lo cierto es que no han terminado de llegar a los clientes. El tejido productivo de Granada requiere de un mayor acceso al crédito que mejore su liquidez, uno de los principales obstáculos que sufren las empresas desde que estalló la crisis.

¿De qué manera está colaborando la UGR en la mejora de la canalización de sus conocimientos para trasladarla al mundo empresarial granadino?

La Universidad de Granada siempre ha jugado un papel muy importante en el desarrollo empresarial de la provincia, porque se trata de la principal fuente de ideas y capital humano para la implantación de nuevas compañías. Como prueba sólo hace falta visitar el centro BIC del Parque Tecnológico de la Salud (PTS) para ver cómo muchas de las empresas más pioneras provienen directamente de la UGR. Pero es ahora más que nunca cuando la Universidad debe garantizar la transferencia de conocimientos en aquellos ámbitos que nos ayudarán a salir mejor la crisis, como la biotecnología o las actividades de I+D, porque de ello dependerá la creación de compañías fuertes que sepan sobrevivir en un futuro.

En estos momentos, ¿cómo se encuentran las relaciones entre las diferentes instituciones políticas, sindicales y empresariales?

Siempre hemos apostado por el trabajo conjunto de todas las fuerzas sociales y económicas para salir de la crisis, aunque eso no implica que no defendamos nuestras reivindicaciones propias del sector. A las instituciones políticas seguimos pidiendo medidas contundentes para flexibilizar el mercado laboral y apostar por la empresa privada como fuente de riqueza y empleo. Con las organizaciones sindicales mantenemos visiones encontradas para el diálogo social, aunque estamos seguros de que los representantes sindicales serán capaces de adaptarse a las circunstancias para lograr el mejor acuerdo para todas las partes.

La formación empresarial es otra de las inquietudes de los empresarios de nuestra provincia. Háblenos de las actuaciones que se están llevando a cabo en esta materia desde la institución que usted preside.

La Confederación Granadina de Empresarios (CGE) acoge multitud de seminarios de trabajo y cursos destinados tanto a empresarios como a trabajadores, porque entendemos que la formación es la base para lograr un tejido empresarial más productivo y competitivo. En colaboración con la CEA, nuestros técnicos organizan actividades formativas a lo largo de todo el año; en el presente ejercicio 2009, por ejemplo, hemos impartido unas 3.000 horas lectivas de las que se beneficiaron alrededor de 2.000 alumnos. Esta acción se complementa con los cursos dirigidos a jóvenes desempleados, de los que se han beneficiado más de 200 personas en el último año.

Granada ocupa uno de los últimos puestos en cuanto a renta per cápita en España. Suponemos que ello es debido a una falta de tejido productivo y de emprendedores, ¿cómo cree que podríamos subsanar este problema de nuestra economía?

La experiencia nos ha demostrado que no es positivo basar todo nuestro crecimiento en sólo dos sectores productivos, que es lo que ha ocurrido con el turismo y la construcción en los últimos años. Eso no quiere decir, ni mucho menos, que debamos olvidarnos de ellos, porque ahora más que nunca necesitan el respaldo social, institucional y político necesario para seguir siendo fuente de riqueza para Granada. Pero deberíamos aprovechar esta crisis para salir más fortalecidos en otros sectores claves como son la industria, aún muy poco desarrollada en la provincia, o las nuevas tecnologías. Si conseguimos diversificar nuestro crecimiento económico, siempre con el apoyo imprescindible de las administraciones públicas, podremos mejorar la situación de la economía granadina cuando la crisis llegue a su fin y volvamos al crecimiento.

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