“Nosotros seguimos diciendo que donde se va a producir retorno es en la empresa”
El experto en Bolsa afirma que continuarán vinculándose a temáticas y tendencias que conecten con el crecimiento futuro de la economía: la salud, la digitalización, la ciberseguridad, el medio ambiente, la energía...

Alcanzada la normalidad tras la pandemia, y como era habitual antes del estallido de la misma, el presidente Renta 4 Banco, Juan Carlos Ureta, volvió a visitar Granada donde ofreció de manera presencial este mes de marzo –no lo hacía desde febrero de 2020– la conferencia bajo el título ‘2023. Los mercados financieros y la economía ante un entorno monetario y de crecimiento normalizado. Leyendo las hojas de té de la nueva normalidad’, evento que reunió a numerosos clientes y asistentes en el Auditorio de la Cámara de Comercio de Granada. En entrevista a GRANADA ECONÓMICA, Ureta analizó la situación de la economía global y nacional, además de darnos su visión sobre las mejores opciones de inversión a corto, medio y largo plazo.

¿Qué diagnóstico nos puede hacer del escenario económico global?

Bueno, yo creo que estamos ante un cambio profundo en la economía en varios sentidos. En primer lugar, el llamado cambio de régimen monetario, donde pasamos de esa etapa, un tanto anómala, en términos históricos, de tipos de interés cero o incluso negativos, a la normalidad monetaria, entendida esta como aquella en la que el dinero tiene un precio y si nos empeñamos en que no lo tenga acaba habiendo desórdenes económicos, como la inflación o la mala asignación de recursos. En segundo lugar, estamos ante un cambio de modelo de crecimiento. Y es que se había creado la ficción de que podíamos conseguir crecimiento económico a base de inyectar dinero a la economía, y creo que nos hemos dado cuenta de que el dinero es un instrumento para crear riqueza, pero no es riqueza en sí mismo; el dinero bien utilizado genera crecimiento, pero mal utilizado genera mucha destrucción de valor. Por eso entiendo que vamos a un modelo de crecimiento basado en la productividad. Y el tercer cambio sería el cambio geopolítico. Estamos en un mundo en el que lo que podríamos llamar la prima de riesgo geopolítica, ha subido. Y lo ha hecho porque el statu quo que vivía el mundo, entre la potencia dominante, EEUU, y la incumbente, China, y otras potencias como Rusia, se ha roto. Yo creo que ese es, por tanto, en escenario, con un crecimiento tendente a la baja en esta primera etapa, con políticas monetarias más contractivas.

¿Estamos también ante un nuevo comportamiento financiero de los agentes económicos?

Yo diría, por resumirlo de alguna manera, que estamos entrando en un mundo más real. Más realista y más real. Creo que hemos vivido un poco pensando que siempre iba a estar ahí el Banco Central para darnos más dinero y arreglar los problemas en los que habíamos entrado. Y esa especie de espejismo monetario es el que de alguna manera se ha deshecho. Así, poco a poco, y es verdad que a veces nos cuesta adaptarnos a las circunstancias, estamos entrando en un mundo más realista, también más sostenible, en el que no podemos esperar que el dinero lo arregle todo.

¿Y en España, cuál es la situación?

De alguna manera, en el caso de España, siempre que hablamos de economía a mí me gusta hablar de crecimiento económico, pero también de la fortaleza económica. España, que es una economía que sufrió mucho con el COVID, cuando ha llegado la reapertura es verdad que estamos creciendo mejor que otros países europeos más industriales, como Alemania o incluso Francia. ¿Por qué? Porque estamos en una economía de servicios que se ha visto menos afectada por el impacto de la crisis actual. Aunque sería un error pensar, por ese motivo, que la economía española está mejor que antes. Puede ser que crezca más que otros países, pero en todo caso estamos hablando de crecimientos no muy importantes. Y en todo caso, lo que ocurre en España, es que ese crecimiento está teniendo lugar con mucha generación de deuda, sobre todo de deuda pública, y el gasto público sigue siendo muy excesivo y no muy productivo. Se dice que se rebaja la deuda en relación al PIB pero hay una pequeña trampa en esa afirmación si me permite la expresión.Porque claro, el PIB crece a nivel nominal y la deuda, lógicamente, no. Cuando hay una inflación del 8 o 10 por ciento, el PIB crece ese porcentaje de forma nominal y la deuda se rebaja, pero esta sigue creciendo en términos absolutos y eso no es bueno. Yo creo que España tiene un problema con el excesivo endeudamiento de su economía, también tenemos un problema de percepción de inseguridad jurídica que aleja un poco la confianza del capital. Y luego hemos tomado medidas un poco absurdas en relación con lo que requiere la economía española. Por ejemplo, nos hemos empeñado en eliminar de alguna manera o reducir al mínimo los fondos de pensiones, reduciendo la cuota exenta de 8.000 a 1.500 euros, es decir, a su mínima expresión, cuando los fondos de pensiones son el gran vehículo de capitalización de todas las economías. Por dar una cifra, España tiene en fondos de pensiones privados menos del 10% del PIB cuando países como Holanda tiene el 170%. Y eso supone que Holanda tiene un pozo de capital importante y España, lamentablemente, no, y lo poco que teníamos lo estamos reduciendo.

¿Convive esa realidad que usted acaba de describir con ese proceso de innovación disruptiva permanente que ha citado en alguna ocasión?

Sin duda. Antes se hablaba de lo que Schumpeter denominaba la destrucción creativa, y cuando hablamos de este nuevo concepto de innovación disruptiva permanente lo que se quiere decir es que ya no estamos ante aquellas oleadas de innovación que mencionaba el economista austro-estadounidense. Lo que estamos diciendo es que la economía actual, la del siglo XXI y más la post COVID, es una economía en la que todos los días, en todos los sectores, se está innovando y de forma muy disruptiva y eso hace que esa destrucción creativa innovadora sea, hoy en día, continua. Y es importante saber esto porque a nivel de empresas, de países, de economías, quien no esté en esa innovación disruptiva permanente se va a quedar atrás.

Considerando el escenario que usted acaba de dibujar ¿qué le podemos aconsejar a los inversores?

Nosotros siempre decimos lo mismo: tranquilidad, serenidad… Estamos en una economía que no hay que olvidar que el año pasado superó a nivel mundial los cien trillones de dólares de PIB por primera vez en la historia; una economía de 8.000 millones de personas y que ahora mismo está teniendo un proceso de ajuste que va a ser profundo, como hemos dicho antes, con un cambio de régimen monetario, el cambio de modelo de crecimiento y el cambio geopolítico, pero a medio plazo se superará esta situación y la economía global seguirá creciendo. Además, es verdad que ahora estamos en una fase de desglobalización, pero va a ser parcial y volverá la globalización sin ninguna duda, porque el mundo ya es global y eso ya no va a cambiar.

La deuda pública vuelve a ser atractiva ¿qué nos dice eso?

Yo creo que eso está muy bien, porque alguien que ha ahorrado y ha hecho ese esfuerzo dejando de consumir, no se le puede decir encima que ese ahorro no se le va a retribuir. Que hoy en día el Tesoro español y otros tesoros se vean obligados a pagar por disponer del dinero de los ahorradores creo que está muy bien. Ese es el mundo real y no al revés, como ocurría antes, donde se le decía a la gente que por prestar su dinero al Gobierno o al Tesoro tenía incluso que pagar. Y ese es un mundo absurdo, antinatural, con el que hemos vivido en Europa durante 8 años.

¿Qué recomendaciones concretas le podemos hacer a los inversores?

A muy corto plazo están funcionando muy bien lo que son productos de renta fija, siendo este año la estrella la Letra del Tesoro, pero también está funcionando muy bien un fondo de pagarés de empresa que hemos sacado de firmas muy conocidas españolas de primer nivel, que da más que la Letra del Tesoro, aunque no es, obviamente, el Tesoro, y se está colocando de una manera espectacular. Eso a corto plazo. Ahora bien, a medio y largo plazo, nosotros seguimos diciendo lo de años anteriores, que donde se va a producir retorno es en la empresa y es por lo que continuaremos vinculándonos a temáticas y tendencias que conecten con el crecimiento futuro de la economía: la salud, la digitalización, la ciberseguridad, el medio ambiente, la energía, la longevidad, el agua… en esas temáticas, en empresas con buen balance, bien gestionadas, uno no se va a equivocar.

25 años de Renta 4 en Granada, ¿qué balance nos hace?

Bueno, es un balance maravilloso. En Granada hemos crecido, pero lo más interesante es que lo hemos hecho al crecer Granada. Nosotros hemos vivido aquí el nacimiento y crecimiento de empresas que no existían cuando llegamos, que han ido a más. Ahí está el hub tecnológico o nuestra participación en la ampliación de capital de una empresa tan importante como es Rovi. Participar y colaborar en este desarrollo ha sido maravilloso. También quiero destacar que el ahorrador granadino se ha ido transformando en inversor, aunque sea en inversor de Letras del Tesoro, pero al fin y al cabo en inversor. En alguien que aprenda a decir yo ya no tengo mi dinero pasivamente en el banco, sino que lo tengo invertido. Eso es algo muy bonito, porque nosotros creemos mucho en que la inversión es, junto con la educación, la mayor palanca de progreso de cualquier sociedad.

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