“Hay que mostrar el auténtico espárrago con IGP de Huétor Tájar al consumidor”
En opinión del representante de la IGP se debe de seguir trabajando a través de la promoción y el conocimiento para ayudar a que los consumidores aprendan a diferenciar este producto de otro que no lleva el sello de la IGP

El cultivo del espárrago triguero de Huétor Tájar remonta su origen a la época de la Granada Nazarí, siglo XIII, y fue recuperado en la época contemporánea, principios del siglo XX. Todas las especies silvestres, incluido el propio espárrago de esta zona granadina, se caracterizan por presentar turiones delgados y flexibles, de textura carnosa, tonalidades violáceas, de sabor amargo-dulce y de intenso aroma. Peculiaridades que le diferencian respecto a otras variedades y como consecuencia obtiene una Indicación Geográfica Protegida (IGP). Hace justo un año, con el apoyo de Cooperativas Agroalimentarias, impulsan la constitución de la Interprofesional del Espárrago Verde de España, que parte la iniciativa desde Granada para la defensa y la mejora de la competitividad de esta hortícola, representando a toda la cadena de valor de este producto, desde la producción a la comercialización. Su presidente, Antonio Zamora, y representante a su vez del Consejo Regulador de la IGP, insiste en que lo conseguido y lo que aún queda, será a través de la innovación, pero también con la promoción para que el consumidor valore y diferencie la calidad del producto que lleva el sello de la IGP. A continuación, en esta entrevista para GRANADA ECONÓMICA, así lo expresa.

El espárrago con IGP de Huétor Tájar no es un espárrago cualquiera. ¿Qué lo hace diferente? ¿cómo lo podemos diferenciar de los demás que encontramos en el mercado?

La diferencia con el espárrago verde, a nivel organoléptico, la encontramos en su calibre – más delgados y con un porte más recto- en el color del tallo, con tonos más oscuros (verdes, morados y bronces), y en su intenso sabor amargo dulce, un profundo aroma y una textura firme y carnosa. Todo esto es minuciosamente vigilado y confirmado por los técnicos del Órgano de Control del Consejo Regulador de la IGP espárrago de Huétor Tájar.
Entre los controles que se realizan se encuentra la vigilancia de la pureza y el origen de procedencia de los espárragos, así como las prácticas autorizadas por el Consejo Regulador de abonos y fitosanitarios. Este control de calidad por parte de la IGP no termina en el cultivo y recolección, también se traslada a la planta de producción en cuanto al calibrado, cortado, escaldado y envasado del producto. Todo ello queda plasmado en el sello de calidad de la IGP que encontramos en el mercado y que nos asegura que ese espárrago no es cualquiera, sino un producto único en el mundo.
La zona de cultivo la encontramos, además de la vega hueteña, en Íllora, Loja, Moraleda de Zafayona, Salar y Villanueva Mesía.

¿Qué implica para la economía de la comarca la producción del espárrago?

El cultivo del espárrago de la IGP Huétor Tájar ocupa a unos 35 agricultores de la comarca a los que hay que añadir los trabajadores de manejo y envasado que suponen entre 3.500 y 4.000 jornales diarios durante la campaña del espárrago, de marzo a junio. En la campaña de 2021 se recogieron alrededor de 81 toneladas, en una superficie de cultivo aproximadamente de 17 hectáreas. La repercusión económica en la zona es muy alta, ya que los meses de campaña son en los que los trabajadores del espárrago obtienen recursos con los que viven el resto del año.

Se cumple ahora un año de la participación de la IGP en la Interprofesional del espárrago. ¿Qué balance hace?

Granada, con el apoyo de Cooperativas Agroalimentarias de Granada (FAECA) impulsó la creación de esta asociación de agricultores, productores y comercializadoras del espárrago verde, ya que es nuestra provincia la que produce la mitad del espárrago de España. En este sentido, el balance ha de ser positivo por parte de la IGP, ya que el principal objetivo de la Interprofesional es canalizar las necesidades del sector en todo el ámbito nacional, compartiendo sinergias y avanzando en un mejor posicionamiento del producto. En este año de funcionamiento hemos ido dando pasos en este sentido, aunque todavía, queda mucho por hacer. Tenemos ganas, contamos con las herramientas y en ello vamos a seguir trabajando.

El trabajo de la IGP también va en las líneas de la promoción.
¿Cómo se lleva a cabo?

La venta del espárrago triguero de Huétor Tájar con IGP se centra más en el segmento de la restauración y el canal horeca, que en el consumidor directo. Estamos presentes en las principales ferias internacionales del sector, y ello ha dado su fruto, ya que lo comercializamos en la República Checa, Alemania y estamos empezando a vender ya en Francia, Holanda y Dinamarca, incluso empezamos a llegar a Singapur. La promoción va muy dirigida en esta línea, pero también estamos presentes en medios de comunicación, explicando las excelencias y características que diferencian nuestro producto, o patrocinando actividades deportivas, como la prueba del Gran Premio de Fondo de la Diputación de Granada que cada año se celebra en Huétor Tájar.

¿Qúe acciones están llevando a cabo en cuanto a materia de innovación?

Los productores de espárrago de la IGP Huétor Tájar no dejamos de trabajar también en esta línea. La investigación en I+D nos ha demostrado sus beneficios antioxidantes, anticancerígenos, además, accionan la actividad hemolítica y antiinflamatoria, entre otras. Además de la investigación que se desarrolla en las diferentes cooperativas que se integran en Cooperativas Agroalimentarias de Granada, también colaboramos con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de la Estación Experimental La Mayora y con el Instituto de la grasa de Sevilla.

Pues hablemos de futuro, ¿cómo se presenta para la IGP? ¿en qué línea debe avanzar?

El trabajo que debemos seguir desarrollando es el de la promoción y conocimiento del auténtico espárrago con IGP de Huétor Tájar, que los consumidores aprendan a diferenciar este producto de otro que no lleva el sello de la IGP.

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