“Frente a la incertidumbre y altos costes, resolvimos apostar por la innovación”
El directivo afirma que la inversión en Investigación, Desarrollo e inovación (I+D+i) es una fuerte prioridad para su compañía dentro de los planes actuales y, también, para los próximos años

En una conyuntura económica como la actual, tras más de dos años de pandemia, con un indicador inflacionista que no se veía en décadas, el coste de las materias primas y la energía por las nubes, son factores que han condicionado la rentabilidad de cualquier área de producción. Ante esta situación, el sector agrícola y agroalimentario es uno de los más afectados, pues no solo se tiene que enfrentar a ellos sino que tienen otros retos como es la competencia desleal de otros países, la subida salarial con la última reforma laboral; y, además, satisfacer la demanda cada vez más exigente de los consumidores. De todo esto y de como lo gestionan desde la responsabilidad de dirigir una de las empresas punteras de la provincia del sector hortofrutícola y agroalimentario de la provincia, Grupo La Caña, nos habla en entrevista para GRANADA ECONÓMICA, su CEO, Jesús García Puertas.

Se habla de pérdida de rentabilidad del sector en los últimos meses por el incremento de los costes de producción. ¿De qué manera le está afectado a su empresa?

No es una cuestión baladí que se ha colado en el discurso generalizado de cualquier empresa. Nos está afectando gravemente a todos los niveles de la cadena de producción. A la subida de los costes de insumos como envases y materiales de producción, la subida del coste energético que monetizamos en un aumento de más del 50%, se una las subidas de los costes de personal derivados de la última reforma y aumento del salario mínimo. Todo esto, con escasa o nula posibilidad de repercutir estas subidas en el precio al cliente, o que nos deja en una débil posición para poder ser competitivos.

Hay protestas generalizadas sobre la competencia desleal de terceros países -caso de Marruecos- que cultivan productos agrícolas bajo precio. ¿Qué opina al respecto?

Lo hemos comentado en muchas ocasiones, tenemos fuertes competidores fuera de Europa, con costes muy por debajo de los que tenemos que asumir las empresas andaluzas productoras de frutas y hortalizas frescas. Asumimos esa competencia como parte de un mercado libre globalizado muy competitivo en el que esperamos que Europa absorba toda nuestra producción, durante todo el año, y de todos nuestros productos. En cuanto a la competencia desleal, necesitamos apoyo institucional que ayude a diferenciar el esfuerzo de los productores españoles por la calidad, sostenibilidad y la seguridad alimentaria, pues hasta el momento sólo nos hemos encontrado una Ley de Cadena Alimentaria con unas exigencias que en nada acompañan a fortalecer a las empresas españolas y andaluzas frente a esos competidores foráneos.

Ya se tienen los datos de facturación y empleo del ejercicio anterior. ¿Cómo ha sido el balance de 2021 en el caso de su empresa?. Y este año, ¿cómo va el nivel de ventas?

Cerramos facturación en torno a los 160 millones de euros. El volumen de fresco comercializado se vio algo reducido, en torno al 13%, por las condiciones climáticas del pasado invierno y primavera, que redujeron la producción de las explotaciones en general. 2021 ha sido el año de la continuada pandemia, en el que mantuvimos los esfuerzos para trabajar en condiciones de seguridad para nuestros trabajadores y garantizar la comercialización de los productos de los agricultores.

Aunque aún no tenemos cifras cerradas, 2022 está siendo el año de la estabilización de las producciones, de un mejor año en niveles de precio para los agricultores. De otro lado, el año de los ajustes estructurales para poder hacer frente a la descontrolada subida de costes.
En el caso de su empresa como gran exportadora. ¿Confía que aumentarán sus ventas al exterior?

Esperamos que sí, necesitamos aumentar volumen para equilibrar costes. En fresco, nuestra apuesta es firme en producción ecológica en la que esperamos aumentar en torno a un 14%, en productos como el pepino ese porcentaje podrá ser más alto. En eso hemos puesto toda la carne en el asador con nuestro centro de producción ecológica en El Ejido (Almería), donde aún podemos ampliar bastante nuestra producción eco.

Nos puede hablar de los productos de IV y V gama, ¿Qué repercusión está teniendo en el mercado actual?, ¿Nos puede enumerar los productos que fabrican?

El reto principal es ofrecer al mercado alimentos naturales que sigan la tendencia de consumo hacia productos saludables y sabrosos sin aditivos ni conservantes. Además, en nuestra fabricación de producción elaborada Caña Nature, con el uso de las altas presiones en la elaboración de nuestra cartera de productos conseguimos máxima seguridad alimentaria sin alterar las cualidades propias de los ingredientes frescos.
En estos tres años de trayectoria estamos obteniendo muy buenos resultados de aceptación de nuestros productos creciendo mes a mes de forma exponencial. Además, algunos de ellos han recibido distintivos muy reconocidos como el Superior Taste Award 2021 en el guacamole tradicional y el Sabor del Año Top innovación 2022 en el Gazpacho fresco.
Actualmente, nuestra cartera de producción elaborada la forman, guacamole tradicional, guacamole Vitamina A, pulpa de aguacate, tomate rallado, salsa mexicana, gazpacho y salmorejo frescos.

Proyectos de futuro para el año 2022 y próximos años.

Nosotros ante la incertidumbre y altos costes, decidimos apostar firmemente por la Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i), de un lado para la mejora de resultados vía elaboración de productos sabrosos y saludables que aporten un valor diferenciador al consumidor final, y de otro lado, colaborando en proyectos orientados a la sostenibilidad de las producciones hortofrutícolas, la revalorización de subproductos y la mejora de las técnicas de producción, todo bajo el paradigma de la economía circular.

Y, por último, ¿Cúal es su percepción general de la evolución del sector para el año actual?

Tenemos ante nosotros un escenario complicado. No podrá mantenerse la rentabilidad de las explotaciones sin que se reconozca el desequilibrio en el mercado comunitario por las importaciones de terceros países. Se complica y condiciona la capacidad de gestión de las empresas por la aplicación de la Ley de la Cadena- Alimentaria que estable el nuevo régimen de pago al agricultor y la imposición del precio por encima de coste de producción. No ayudará una mala distribución y uso ineficaz de los fondos de recuperación, muy necesario para la mejora de la competitividad del sector mediante la transformación digital y la inversión en I+D+i.

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