“Las obras se han ralentizado hasta que se compense el desequilibrio en los contratos”
La representante de más de 250 empresas constructoras y consultoras andaluzas afirma que estas “no le pueden poner dinero a su trabajo”, en alusión a los elevados costes que afrontan en materia prima y energía

M. A.

Ana Chocano Román preside el Círculo de Empresas Andaluzas de la Construcción, Consultoría y Obra Pública (Ceacop) con un dinamismo patente a lo largo de la celebración del V Congreso Andaluz de Carreteras, en el que ha colaborado estrechamente con los organizadores para el éxito del mismo. En la entrevista con GRANADA ECONÓMICA, repasa la actualidad y los problemas que aquejan a un sector clave en la economía andaluza. Asegura que la disminución de la siniestralidad es clave en diseño de las futuras carreteras, junto al cumplimiento con los objetivos medioambientales. Arremete contra el Gobierno de España por un plan de choque contra la crisis “que ha llegado tarde” y constata que con un incremento de los costes de la materia prima y de los combustibles de hasta un 30%, muchas empresas no pueden seguir adelante si no se revisan sus contratos.

Tres grandes asuntos se debaten en este cónclave sobre carreteras: la transformación digital, el reto medioambiental y la disminución de la siniestralidad. ¿Cuál es el que considera más decisivo para el cambio de modelo en la concepción y el uso de la red viaria?

Si lo enfocamos desde un punto de vista social, desde luego el que haya menos accidentes, por razones obvias. Conseguir esto pasa por aumentar la inversión en la conservación de las infraestructuras que ya están hechas, pensando en la seguridad vial y aplicando todos los sistemas que garantizan la misma. Pero no podemos olvidar que estamos en una sociedad digital y es imprescindible la conexión de los vehículos con las vías por las que circulan. Y esto ha de ser muy tenido en cuenta a la hora de diseñar y construir nuevas carreteras, pues el futuro pasa por este planteamiento, sin duda alguna.

Se habla estos días mucho de minimizar la ‘huella ecológica’. ¿Es posible y asumible aplicar este concepto también a las carreteras?

Estoy segura de que sí. La propia consejera de Fomento, Marifrán Carazo, ha hablado en este congreso de que la A-92 es la única carretera en España que va a ser receptora de los fondos europeos Next Generation para convertirla en un corredor verde, en el que se van a incorporar no sólo los avances técnicos para el reciclaje del firme y convertirlo en otro totalmente nuevo, sino zonas de plantaciones que hagan de sumidero de CO2 y eliminen parte de los gases de efecto invernadero que tan perjudiciales son para todos. Y mientras el modelo de vehículo evoluciona hacia otro no contaminante, el apostar por estos sumideros resultará decisivo en la lucha contra el cambio climático.

Otra cuestión que también resulta de actualidad es el concepto de las ‘carreteras inteligentes’. ¿En qué consiste y en qué momento nos encontramos al respecto?

La tecnología ha incorporado en el sector automovilístico una serie de herramientas digitales que permiten que la conducción sea más segura y más cómoda para los usuarios de los diferentes vehículos. Pero en la carretera también debemos contar con una serie de elementos que ayuden en la conducción. Que estas infraestructuras sean inteligentes significa precisamente ésto, que tengan capacidad de conectarse con cualquier vehículo para que la conducción del mismo sea, como he dicho, más segura y más cómoda. Y en esta fase estamos, con empresas tecnológicas que diseñan nuevos sistemas y empresas constructoras que los aplican en la ejecución de nuevas vías sin olvidar también que pueden implementarse en la red viaria ya existente.

Crisis
Cambiando de asunto, la situación de crisis económica que azota a gran parte del mundo preocupa y mucho a los empresarios del sector que representa. ¿Qué impacto tiene ya la subida extraordinaria del coste de materiales, de combustibles, que son moneda común entre sus asociados?

En este asunto, no podemos perder de vista dos factores esenciales para valorar el impacto que tiene entre las empresas: el momento en que acudieron a la licitación de la obra y otro que es la ejecución propiamente dicha de la misma. Cuanto mayor sea el plazo de tiempo transcurrido desde que la empresa presentó la oferta y el de ejecución, mayor incremento han tenido los costes de materiales, combustibles y otros. Ahora mismo hay un dato revelador, que es que en los últimos seis meses los precios de todos los componentes que utilizan las empresas para llevar a cabo las obras que les han sido adjudicadas, hablamos de obras públicas fundamentalmente, han aumentado tanto como en los últimos 13 años. La situación es que tenemos un incremento medio de un 20%, aunque en muchos casos esta cantidad puede llegar al 30% incluso. Obviamente, ninguna empresa puede asumir esto.
Pero el Gobierno ha tomado medidas al respecto…
Efectivamente, el Gobierno de España puso en marcha el Real Decreto 3 de marzo pasado y que luego corrigió más adelante con el 6 para evitar los daños causados a las constructoras, pero no son suficientes. ¿Hasta dónde van a seguir mejorando la normativa? Pues no lo sabemos. La incertidumbre nos impide trabajar, por lo que cuanto antes se aclare el marco normativo, mejor para todo el sector y para su futuro.

En base a lo que me comenta, ¿se pueden sostener los contratos con las administraciones?

Pues a la vista está que no si no cambia este panorama. En los últimos meses, las obras se han ralentizado mucho a la espera de que las diferentes administraciones tomen cartas en el asunto y compensen el desequilibrio en los contratos. Si las herramientas que pongan en marcha tanto el Gobierno de España como la Junta de Andalucía sirven para que podamos seguir trabajando, pues coinciden con nuestros objetivos. Lo que no podemos es ponerle dinero a nuestro trabajo. En la medida que se reequilibren los contratos seguiremos adelante, pero si no es así y nos cuesta más dinero estar en activo que parar, pues negociaremos con los órganos de contratación una rescisión del contrato amistosa por condiciones sobrevenidas. No es culpa nuestra y la administración no la ha podido prever, de acuerdo, pero no podemos asumir nosotros las consecuencias.

¿Qué opinión tiene del plan de choque anticrisis aprobado por el Gobierno y dotado con 16.000 millones?

Pues que ha llegado muy tarde; no tenían que haber esperado a que las empresas se encuentren en una situación límite, no solo en este sector sino en todos. La vía de los fondos ICO se demostró eficaz, pero en el anterior marco más del 40% de estos préstamos quedaron ociosos, pues no les ha sido posible a las empresas cumplir las condiciones para acceder a ellos. Que se repita esta situación me parece una tomadura de pelo. Si el Gobierno de España no tiene ideas, que recurra al sect or privado que es donde puede testar las necesidades reales de las empresas y atajarlas.

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