“Es precisa una ley que revise precios que compensen las materias primas”
Advierte que las administraciones públicas “tienen que ayudar fundamentalmente no estorbando”, en clara alusión a la simplificación de la burocracia administrativa

El sector de la construcción, tanto de obra pública como de carácter inmobiliario, se ha revelado como un baluarte para alcanzar en este año y en los siguientes la recuperación económica que España necesita. El máximo responsable del grupo empresarial Grulop, Carlos López Navarrete, analiza en la entrevista mantenida con GRANADA ECONÓMICA las claves de una actividad vital para una provincia como la granadina, demasiado dependiente del sector servicios. Entre otras interesantes cuestiones que plantea, reivindica que se pueda reajustar la licitación de una obra pública si los costes se disparan.

El grupo empresarial que usted encabeza es un referente en el sector de la obra pública en Andalucía. ¿Cómo ha superado dos años largos de pandemia y la caída de licitación?

El sector de la construcción, a diferencia de crisis anteriores, no ha sido el protagonista de la pandemia. Muy al contrario, se está vislumbrando como uno de los motores principales de la recuperación con políticas nacionales y comunitarias que provocan que las expectativas post-covid sean mejores que las pre-covid. Somos una industria tradicional y fuerte en España con empresas líderes en el mundo, que está llamada a ser parte de la solución. Tenemos gran capacidad de generación de empleo y riqueza y venimos de más de una década de hundimiento, por lo que el margen de recuperación y crecimiento es muy superior al de otros sectores de nuestra economía y donde está demostrado una reversión vía impuestos al Estado en tasas superiores al 60% sobre la cantidad invertida en el mismo, lo que convierte cada euro en una inversión, no en un gasto y en la mayoría de los casos con efecto multiplicador por el impacto en otros sectores.

La crisis global de suministros y el encarecimiento de los materiales en el sector  han obligado a muchas constructoras a renunciar a concursos públicos. ¿Cómo ve la situación?

Es cierto que para la construcci-ón el efecto negativo y devastador de la crisis Covid está siguiendo la fiebre alcista de todos los costes de producción, lo que unido a la falta de una regulación legislativa lógica y falta de acción de los organismos competentes nos están situando en una situación crítica. La subida generalizada de materiales, tales como acero, derivados del petróleo, cobre, madera… desde abril de 2020 está en tasas superiores al 100%, lo que unido al incremento del coste de la energía y combustibles está suponiendo un impacto en los costes de construcción entre el 25% y el 40% según la tipología y características de la obra. Esta situación está lejos de cualquier consideración de riesgo empresarial y requiere actuación inmediata de los responsables públicos para reequilibrar económicamente los contratos y dotar de una legislación con carácter estructural que venga a resolver este problema coyuntural y los posibles que se puedan producir en el futuro. El dueño y promotor de las obras públicas son las administraciones, por ende, tienen la responsabilidad de dar respuesta a una situación claramente imprevisible y sobrevenida al igual que están realizando los operadores privados en sus obras. Las expectativas para el año 2022 siguen siendo escalofriantes ya que los costes energéticos y de materias primas siguen en aumento. Lo que unido a los problemas de suministro y la falta de acción de los gobiernos están provocando el empobrecimiento del sector, poniendo en riesgo las políticas de recuperación diseñadas por Europa.

¿Cree imprescindible que se pueda reajustar la licitación de una obra pública si los costes se disparan?

Hay riesgos que exceden cualquier actividad empresarial y en la obra pública como he señalado anteriormente, la administración es promotor y dueño de obra por lo tanto garante y responsable en última instancia. Es imprescindible una modificación legislativa que vuelva a establecer mecanismos de revisión de precios, que compensen tanto si se producen alzas como bajas significativas en el coste materias primas sobre el que no hay capacidad de actuar, evitando beneficios o pérdidas extraordinarios por algo que escapa del control de cualquier operador del sector. Insisto en que lo que pedimos en el sector de la construcción es que vuelva un mecanismo que existía en la legislación anterior que opere tanto si suben como si bajan las materias primas cuando suponga un impacto económico significativo, de forma que el riesgo y ventura sea lógico y equilibrado sin poner en peligro las empresas y el empleo de sus trabajadores con riesgos bursátiles que escapan de nuestro control.

La CNC señala en su último informe que Andalucía es la comunidad en la que hay mayor número de obras desiertas, con 46 proyectos que alcanzan los 35 millones de euros. ¿Se hacen peor las cosas aquí que en otros territorios del país?

No sé si peor, pero tanto el Gobierno de Galicia como el de Extremadura ya han aprobado mecanismos para compensar el desequilibrio de los contratos de su competencia. Aquí en Andalucía estamos aún a la espera de que la Junta tome iniciativas similares a las comunidades que acabo de citar. Lo anterior no justifica que el responsable máximo y el que tiene capacidad de legislar para todo el territorio nacional es el Gobierno central, que tiene la obligación de articular una solución definitiva con efectos globales. Llevamos meses esperando la aprobación de un prometido Real Decreto, así como la publicación de los índices del precio de las materias primas por parte del INE que pueda venir a solucionar el problema. Hasta la fecha la sensación es de frustración total y abandono, estando a la cola dentro de los países europeos en la resolución del problema.

Diversificación

Grulop no solo ejecuta obra pública, sino que tiene proyectos en servicios, concesiones, energía y desarrollos inmobiliarios. ¿Qué recorrido tiene en todos estos campos?

Dentro de nuestro ADN está la diversificación de actividades, lo que supone una apuesta constante por consolidar y potenciar la participación en otras ramas  tales como las que señala. La división de servicios está funcionando muy bien y tenemos contratos que van desde la conservación de carreteras, edificios públicos, mantenimientos de cauces y parcelas o multiseñalización de vía entre otros. Miramos al futuro de esta área con mucha ilusión ya que permite tener una cartera de proyectos gestionados a largo plazo y con presupuestos comprometidos. Otra área de mucha actualidad con un enorme potencial es la referida a los proyectos de energías verdes y eficiencia energética. Como es conocido se trata de un objetivo estratégico mundial con un impulso decidido en la UE y por tanto en España. Es la palanca principal donde se sustentan los proyectos de recuperación. Grulop está participando en la promoción de varios proyectos de energías innovadoras dentro de nuestra provincia, así como en la construcción de proyectos de eficiencia energética para operadores públicos. En relación con los desarrollos inmobiliarios, siempre ha sido una actividad donde hemos intervenido de una forma decidida y una vez pasado el valle de la crisis financiera e inmobiliaria estamos arrancando proyectos dentro de una posición de riesgo conservadora, promoviendo desarrollos de suelo y promociones residenciales tanto para venta como para alquiler en zonas urbanas muy consolidadas.

Hace pocas fechas el alcalde de Granada inauguraba un ‘pulmón verde’ en el barrio del Zaidín, un parque que ha ejecutado Grulop. Supongo que este tipo de obras de marcado beneficio social supondrá una satisfacción para usted…

Cualquier infraestructura supone un reto y una responsabilidad, y sin duda si es en Granada donde tenemos la sede central de Grulop aún más. El parque llamado hasta la fecha SGL10 ha supuesto una importante apuesta del Ayuntamiento de Granada que mediante la gestión y captación de fondos europeos ha llevado a cabo la construcción en la que hemos participado con mucho orgullo. Creo que el resultado es bueno y mejorará en la medida que se termine la vegetación y vaya creciendo la misma.

La plantilla de Grulop, compuesta por más de 70 profesionales, es la mejor garantía de todas sus actuaciones. ¿Es difícil encontrar personal cualificado?

Como en cualquier otra empresa, el equipo humano es el activo principal y fundamental. En relación a Grulop no puedo tener más que palabras de satisfacción y agradecimiento. Tenemos un altísimo grado de compromiso en cada uno de los proyectos que ejecutamos. Desde el nacimiento de Grulop, afortunadamente estamos creciendo mucho, crecimiento que está sustentado en grandes profesionales con muchos años de experiencia a las espaldas, que han participado activamente en el desarrollo de grandes empresas en este país, que aportan la experiencia a jóvenes que se incorporan continuamente en las diferentes áreas creando una cantera propia que nos está dando muy buen resultado. La situación general del sector actualmente podemos enmarcarla en un escenario donde la construcción ha sufrido mucho y se ha destruido mucho tejido empresarial y personal en los últimos 15 años, lo que unido a falta de generación de cantera está suponiendo un verdadero problema y limitando la conformación de equipos y la adaptación al crecimiento.

¿Es optimista sobre el futuro económico del país? ¿Las empresas necesitan más apoyo y menos carga fiscal?

Soy optimista y confío sin reservas en la capacidad de superación y el potencial que tenemos los españoles y España. La participación pública tiene que ayudar fundamentalmente no estorbando. Tiene que permitir la recuperación y el crecimiento asumiendo y actuando en las responsabilidades que le son indelegables, facilitando la actividad empresarial que es la que genera empleo y riqueza mediante la simplificación de la burocracia administrativa y con políticas en materia laboral y fiscal que faciliten y potencien la actividad, no el subsidio que lo único que genera es una sociedad más empobrecida. Creo que es tan sencillo como mirar al pasado y valorar los efectos que han tenido diferentes políticas y al entorno observando que fórmulas en otros países están dando buenos resultados.

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