Permanecer siempre joven, el objetivo de la formación
Pedro E.Barrilao González. Colegiado Nº 0616. Colegio Profesional de Economistas de Granada

Decía Henry Ford “cualquiera que para de aprender se hace viejo, tanto si tiene 20 como 80 años. Cualquiera que sigue aprendiendo permanece joven. Esta es la grandeza de la vida”. Efectivamente, la formación te permite adquirir nuevas destrezas que te permitan realizar funciones que antaño ni imaginábamos existieran y te permite adaptarte al mercado en condiciones de sobrevivir, y de incluso mantenerte joven.

La formación en el seno de la empresa, en los despachos profesionales y en las organizaciones se configura como uno de los elementos más determinantes de los que va a depender el éxito en sus objetivos. La formación es la experiencia adquirida en un entorno controlado y sin sobresaltos.

Para que este aprendizaje sea útil, señala Sarnovičs, A. (2010) la institución (empresa, despachos profesionales) en su conjunto, deben comprometerse con el crecimiento personal y laboral de todos los grupos y personas que la integran. En concreto, la inversión en recursos humanos que provoca la formación debe incidir en tres niveles distintos: 1) a nivel individual, posibilita el aumento del conocimiento, las habilidades y capacidades de los trabajadores y profesionales, permitiendo su desarrollo; 2) a nivel organizacional, incrementa la productividad y la eficiencia; y, por último, 3) a nivel de la sociedad, profesionales más capacitados y formados, con organizaciones más eficientes, da como resultado una mejora de la economía, la cultura y el bienestar de la sociedad en su conjunto.

Debemos observar nuestro entorno, reflexionar sobre qué hacer y hacia dónde vamos, pero para ello debemos saber qué observar y sobre qué reflexionar, la formación también nos da la amplitud de miras para conocer el hacia dónde caminar. En otros casos es cuestión de supervivencia, más allá de permanecer joven, en el Colegio de Economistas conscientes de la importancia del aprendizaje, está haciendo un esfuerzo en conocer el qué, para ello hay que estar en contacto con tus colegiados para conocer qué necesitan para estar más seguros hoy, el cómo, cuál es el vehículo formativo que permita integrar la formación con las tareas también del hoy, y hacia dónde hay que ser capaz de anticipar aquello que pueda venir para recibirlo en su momento con la ausencia de sorpresas en un entorno de tranquilidad.

Ya no basta con la información, el conocimiento matemático, incuestionable que ésta transmite es importante. Sin embargo, como dice Enrique Rojas, “la formación es criterio, mejora de la personalidad”.

El viaje profesional será más largo y más interesante si llevas una mochila repleta de conocimientos, debiendo realizar paradas en lugares que te permitan pensar y aprender. Confucio señala “el que piensa, pero no aprende, está en gran peligro”, el cambio o la supervivencia, es siempre el resultado final de un verdadero aprendizaje, es el camino que llevará a permanecer joven, quizás ahí esté el secreto de la vida.

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