La hora de Granada
En primer lugar quiero agradecer a los amigos de Granada Económica este espacio que me ofrecen y que, a modo de ágora, espero sirva para el intercambio constructivo de reflexiones y opiniones.
Incluso los menos avezados son conscientes de la gravedad de la situación por la que pasamos desde que hace un año y medio esta terrible pandemia irrumpió en nuestras día a día con una fuerza destructora difícil de prever. Decenas de miles de personas han muerto en nuestro país a causa del virus y esta es, sin duda, su consecuencia más grave pero no la única. Miles de establecimientos comerciales y hosteleros se han ido quedando por el camino, con la consiguiente pérdida de empleo, y bastantes de los que han sobrevivido lo hacen, a día de hoy, pendiendo de un hilo.
La búsqueda de la cohesión social, la sostenibilidad y la creación de empleo de calidad son condiciones sine qua non para una salida que favorezca la igualdad de oportunidades. Lo que nos define como sociedad es el trato que les damos a los más débiles, a los que más lo necesitan. Si algo hemos aprendido de esta situación es que incluso los que tenían economías sólidas y recursos suficientes han visto cómo sus negocios, sus proyectos se venían abajo de la noche a la mañana. Son muchas las medidas que se han tomado por las distintas administraciones públicas y mucho el esfuerzo del sector privado por salir de una situación de consecuencias tan dramáticas. ¿Es suficiente? Desde luego que no, tenemos que hacer más y tenemos que hacerlo mejor si queremos salir de esta situación y lo queremos hacer fortalecidos.
Una situación inédita, con una crisis sanitaria, económica y social como la que llevamos viviendo desde marzo de 2020, exige medidas extraordinarias. También valentía por parte de las administraciones públicas para llevar a cabo iniciativas innovadoras que permitan a la economía española no solamente salir de esta crisis sino hacerlo más fuerte. Sólo con una economía competitiva y diversificada podremos hacer frente a situaciones imprevistas como la pandemia, que han afectado y afectan a sectores estratégicos de nuestro país.
La diversificación no debe ser óbice para no seguir mejorando nuestros sectores tradicionales. El turismo de calidad, que busca la excelencia y que genera estancias cada vez más largas, debe situarse en el marco estratégico para canalizar los esfuerzos tanto del sector público como del sector privado. Una colaboración público-privada leal pero sincera, comprometida pero exigente será la clave de bóveda para que nuestro comercio y nuestra hostelería salgan de esta dificilísima situación y lo hagan con solvencia. Ese será el propósito de la Oficina de Dinamización de Proyectos: acelerar la puesta en marcha de proyectos e informar de todos los recursos que pone a disposición la administración municipal.
Granada, por su singular posición estratégica en el turismo de nuestro país, debe estar a la vanguardia de la recuperación y de la normalización del turismo no solo en la Unión Europea sino en el mundo. Vemos cómo los datos de turistas nacionales van, poco a poco, acercándose a cifras anteriores a la pandemia pero todavía tenemos una asignatura pendiente: el turismo internacional. Las restricciones en la movilidad entre países y la propia incertidumbre generada por esas medidas que, en muchas ocasiones, se toman de un día para otro obligando a cambio de planes a última hora, están retrayendo los desplazamientos internacionales. La previsión y la coordinación entre países, especialmente en el marco de la Unión Europea, es necesaria para generar certidumbre.
Desde el Ayuntamiento de Granada, desde el área de Turismo, Comercio, Hostelería, Emprendimiento y Fomento de la Actividad Empresarial, tendemos la mano para afrontar un diálogo sincero y constructivo que cristalice en medidas concretas que ayuden a los sectores implicados. Es nuestro compromiso con la actividad económica y es nuestro compromiso con Granada.
Eduardo Castillo
Concejal de Participación Ciudadana, Juventud, Turismo y Fomento de la Actividad Empresarial
