El Controller en época de crisis
Marcos Manuel Sánchez Navarro Economista Colegiado Nº 78 Auditor de Cuentas ROAC Nº 18345

En épocas como la que estamos viviendo es importante dar una visión estratégica de la figura del Controller Financiero, pero desde el punto de vista industrial. Siempre hemos visto al Controller, dentro del Control de la Gestión de una compañía, como esa persona que nos fiscaliza para que no gastemos más de lo que tenemos presupuestado en cada partida de las aprobadas por el Comité Ejecutivo de nuestro Consejo de Administración, lo que nos lleva a conseguir la tan ansiada cifra prevista de nuestra cuenta de resultados; es decir, el beneficio estimado.

Pero la figura del Controller en una empresa industrial va más allá y con mucha más relevancia en la gestión del día a día. Se encarga de informar cómo se están comportando todos los parámetros que afectan al coste variable, un coste que es necesario para fabricar los productos, los que luego entregaremos a nuestro cliente interno (Departamento de Ventas). Todos estos indicadores, si no se controlan de esta manera, al final pueden producir un “agujero” importante en cualquier cuenta de resultados.

Antes de saber cuánto nos cuesta fabricar, nos han tenido que proporcionar un plan de producción, acorde y en función de las ventas estimadas por la Compañía, reflejando los costes directos (materias primas y materias auxiliares fundamentalmente); sabiendo cuáles son los índices óptimos de consumo de cada uno de ellos; y cuáles son las mermas máximas admitidas de cada componente. Por ello es necesario tener un buen Control Interno en nuestros almacenes para que siempre tengamos el stock mínimo disponible, así como saber con qué instalaciones contamos para ese objetivo; cuáles son los rendimientos de nuestras instalaciones y de nuestra maquinaria, por si tenemos que acometer nuevas inversiones a medio o largo plazo; qué consumos energéticos vamos a necesitar para que nuestras instalaciones funcionen; qué plantilla media vamos a necesitar para llevar a cabo nuestros objetivos de plantilla fija y, muy importante, la plantilla eventual que tendremos que formar.

Estimar todos esos gastos variables no es tarea fácil, pero más difícil aún es informar a los equipos responsables, semanalmente o como muy tarde mensualmente, mediante los Cuadros de Mandos, en los cuales se muestran cómo van sus indicadores, si los parámetros objetivos se van cumpliendo (ratio de electricidad, gas o agua), también la producción terminada y con baja existencia de “no conformidades” de calidad, y el ratio de horas efectivas trabajadas por el personal directamente imputable al proceso productivo. Todo ello se incluye en la coctelera del Controller, pero, ojo, que la información tiene que fluir para arriba y para abajo a fin que todas las personas pertenecientes a los equipos sean conscientes de hasta donde una pequeña decisión que tomen puede influir en el futuro de la Compañía; ahí es donde está la labor del Controller. Hay que saber dar respuesta de las variaciones acaecidas para que las medidas que se tomen sean lo más eficientes y rápidas posibles.

Compartir es demostrar interés!

Comentarios cerrados.