El parón de la economía provocado por el Covid-19 presenta ya consecuencias sobre los precios

En abril de 2020, el IPC ha subido un 0,4% en Granada, frente al ascenso del 1,1% en abril de 2019. Los grupos de bienes y servicios que más han subido respecto al mes pasado han sido Vestido y Calzado (9,8) y Alimentos y bebidas no alcohólicas (1,7), mientras que ha bajado el precio en Transporte (-3,1) y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (-2,4). Respecto a la variación de los últimos doce meses el IPC se sitúa en el -0,8%, mientras que para el mismo periodo, pero en 2019, aumentó un 1,4%. Destaca la subida de precios en Alimentos y bebidas no alcohólicas (4,7) y en Restaurantes y Hoteles (1,6), mientras que ha bajado el precio de Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (-7,7) y Transporte (-6,4). Por otra parte, en lo que llevamos de año, los precios han descendido un 1,1% (mientras que en el mismo periodo del año pasado subieron un 0,2%) siendo los productos que más se han abaratado Transporte (-5,9) y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (-4,6) , y los que más han subido sus precios, Restaurantes y hoteles (2,1)  y Alimentos y bebidas no alcohólicas (1,9).

Para el Secretario General de UGT Granada, Juan Fco. Martín, los precios se suman a la situación de incertidumbre general por la que atraviesa la economía desde el inicio de la pandemia del coronavirus y, particularmente la granadina desde la entrada en vigor del Estado de Alarma.
Es cierto, dice, que los precios han descendido en el interanual y en lo que llevamos de año, pero eso no quiere decir que vaya a salir bien parado el poder adquisitivo de miles de familias trabajadoras granadinas que, durante las  los últimos dos meses, han visto descender su nivel de ingresos económicos consecuencia de haber sido víctimas de despidos, verse incluidos en un ERTE o, incluso, la gran mayoría de trabajadores autónomos granadinos que han tenido que cerrar sus negocios.


El representante de UGT considera imprescindible aprovechar esta situación de inflación  a la baja para poner en marcha políticas fiscales expansivas como las que van a ser necesarias por tiempo sostenido para contrarrestar los efectos de la crisis del COVID-19. Y, en cuanto se controle la pandemia, la prioridad debe ser la reactivación económica.


Además, opina que a pesar de que el escenario de precios parece controlado, el Gobierno debe poner especial atención a que no se produzcan prácticas abusivas o subidas injustificadas de precios en productos esenciales y de primera necesidad, como alimentos y suministros básicos, o cuya demanda en el confinamiento haya hecho muy necesarios, desde mascarillas, guantes y análogos a precios de servicios de telecomunicaciones, etc.,

Ante la excepcionalidad de la situación que estamos atravesando, Martín (UGT) señala que tanto el Gobierno como la Junta de Andalucía tienen que dar un paso adelante y salvaguardar el consumo y el poder adquisitivo de las familias trabajadoras. Defender los derechos económicos de los trabajadores afectados por la crisis del coronavirus es la mejor fórmula para evitar que nadie quede fuera de la futura recuperación de la economía, ha concluido.

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