Debacle en la economía mundial por el “Efecto COVID-19”

Comentábamos en ésta misma columna el pasado mes de febrero que “los mercados bursátiles americanos estaban batiendo records y superando máximos históricos, así como el Ibex 35 español se situaba en 9.800 puntos, máximos de los últimos 18 meses, lo que sugiere un contexto de Bolsas complacientes”. Todo ello nos estaba dando señales de “aviso” de un posible techo relativo en el mercado, que lamentablemente, se han visto confirmadas con una virulencia inusitada, hemos visto las caídas más rápidas y profundas que se recuerdan en los mercados durante el último siglo. Otro comentario fue “también habrá que seguir de cerca la evolución del impacto del coronavirus en la economía mundial, la tasa de crecimiento de nuevos contagios, y el impacto de la menor demanda en el precio del petróleo, que ha sufrido una importante corrección tras el impacto del virus en la economía China”. Lamentablemente, hemos visto como durante las últimas semanas el temido “coronavirus” ha sido el “catalizador” que se ha expandido por todo el mundo, con consecuencias imprevisibles en la sociedad, en la economía global, y por tanto, en las Bolsas, que son el fiel reflejo de las expectativas económicas de empresas, consumidores y países enteros, lo que ha provocado auténticos desplomes de los principales índices bursátiles, y “pánico vendedor” en los mercados mundiales, así como un petróleo que ha llegado a cotizar a 20 dólares, nivel mínimo en 25 años.

A partir de ahora, toca analizar con detalle la situación global, analizar el estado de “infravaloración” en el que han quedado multitud de compañías cotizadas de primer nivel, y aprovechar las oportunidades existentes, con calma, y con una visión de medio y largo plazo. Mantenemos la idea que las caídas en renta variable son oportunidades de compra a medio plazo, tal y como sucedió el pasado mes de agosto, y en el presente mes de marzo con mucha mayor profundidad, y consideramos que la Renta Variable sigue siendo el activo que presenta mejor binomio rentabilidad-riesgo, a medio plazo, y para perfiles adecuados, sobre todo, en un entorno de bajos tipos de interés, cercanos a cero, a consecuencia de las agresivas medidas de estímulos monetarios puestas en marcha por los principales Bancos Centrales de todo el mundo, y las cuantías (miles de millones) de los espectaculares programas de apoyo fiscal puestos en marcha por los principales gobiernos, para luchar contra los efectos nocivos del “coronavirus” en las economías. Incluso Alemania, que ha hablado del “coronavirus” como el mayor riesgo para el país desde la II Guerra Mundial, ha admitido por primera vez hablar sobre una posible emisión conjunta de deuda en Europa, es decir, una cierta “mutualización” de riesgos, que sería un gran avance para eliminar la posible fragmentación financiera en Europa, y supone un cambio radical y positivo del mensaje trasladado desde la primera potencia económica europea.

Todo ello podría provocar una vuelta en “V”, o en “U” de la economía, según evolucione el control de la pandemia por parte de las autoridades sanitarias. En relación al nuevo gobierno en España, tendrá que afrontar de nuevo la aprobación de presupuestos generales del Estado para 2020, adaptándose a los acontecimientos de alarma sanitaria nacional, y tratando de proteger a empresas, trabajadores y autónomos, que son los que mueven el país, y más están sufriendo el impacto económico de la crisis actual. Desde un punto de vista técnico, los mercados perforaron los niveles clave de soporte a finales de febrero, entrando en situación de “caída libre” tras la tendencia alcista acumulada en meses anteriores, hasta encontrar sólidos soportes. Actualmente, manejamos un escenario con rangos iniciales de 5.800 a 8.000 puntos para el Ibex 35, de 2.230 a 3.000 puntos para el EuroStoxx 50, y de 2.300 a 2.800 puntos para el S&P 500.

Carlos Bocanegra Baquero, Director Renta 4 Banco Granada

www.Renta4.com

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