“Tenemos ya tres edificios comprometidos para albergar instalaciones relacionadas con el acelerador”
Entrevista a Sergio González Fernández, gerente del Parque Metropolitano, Industrial y Tecnológico

El Parque Metropolitano, Industrial y Tecnológico (PMIT), ubicado en el término de Escúzar, es un vasto recinto empresarial de cuatro millones de metros cuadrados que ha cobrado un inusual impulso en los últimos años y que está llamado a ser el motor de la economía granadina e incluso andaluza, de materializarse la implantación en el mismo del acelerador de partículas, el proyecto conocido como Ifmif-Dones. Cada vez está más cerca el mismo y el arrastre que supondrá de nuevas compañías tecnológicas a las que hay que sumar otras proveedoras de servicios es de tal impacto, que no hay duda de que significarán el revulsivo que Granada necesita para superar la brecha histórica que separa su desarrollo del de otras zonas de España. De su presente y, sobre todo, de su futuro hablamos con Sergio González Fernández, gerente del recinto y persona que conoce bien su evolución desde que se pusiera en marcha. Desde su despacho se contempla aún un gran espacio libre de edificación que a no tardar mucho estará sembrado de nuevas empresas. Algunas han adelantado ya su apuesta y levantan sus instalaciones. La partida no ha hecho más que empezar.

¿Cuál es hoy día la realidad del PMIT en cuanto a extensión, número de empresas y sectores que están representados en este recinto?

El parque ocupa una superficie total bruta de 4 millones de metros cuadrados, de los que el aprovechamiento útil para las empresas alcanza los 2,7 millones, porque tenemos que descontar zonas verdes y viales. De ese espacio que está destinado a las empresas, dos millones están reservados al uso industrial extensivo que es donde se ubican las firmas que encajan con la definición del propio recinto. El resto se divide, a partes iguales, entre la zona de Uso Tecnológico, donde se van a ubicar los primeros edificios relacionados con el acelerador, y la zona de Intensivo en la que tienen cabida las empresas pequeñas y las auxiliares que prestan servicio a las industrias. Ahora mismo tenemos una treintena de empresas en el parque, que pueden parecer pocas en número, pero tenemos que tener en cuenta que casi todas son grandes para lo que es el tamaño medio de las mismas en la provincia de Granada.

La gerencia ¿tiene un cálculo, siquiera aproximado, del volumen económico que representa la actividad de estas empresas? Y en lo tocante al empleo, ¿cuántos puestos de trabajo dependen de las mismas?

La verdad es que no. Al menos, no en su conjunto. Pero hay que pensar que es muy importante porque la facturación de algunas de ellas es millonaria, sus productos llegan a países de los cinco continentes y su posicionamiento en el mercado es de liderazgo. Lo que sí sabemos es que todas estas compañías aglutinan a más de 500 trabajadores y que en un breve espacio de tiempo esta cifra se duplicará.

Uno de los desafíos que los promotores del PMIT han afrontado desde su constitución es la mejora de la carretera A-338, por el evidente mal estado de la misma. ¿Cómo va esta ‘batalla’ con la Junta de Andalucía?

La A-338 que menciona presenta unos graves problemas que hacen inviable su uso por numerosos vehículos pesados. Nosotros distinguimos dos tramos, claramente diferenciados: de una parte, es el que atraviesa el parque de punta a punta, unos 2,5 kilómetros. De estos, nosotros empezamos a ejecutar en su día una nueva carretera. Lo tuvimos que parar con la llegada de la crisis en 2008 a lo que se añadió una paralización temporal por parte de la Consejería de Cultura, al descubrirse unos restos. Quedó hecho lo que se puede denominar el ‘cajón’ de la infraestructura, pero falta lo más caro que es el asfaltado y toda la señalización. Como la titularidad es de la Junta, al paralizar la obra nos multaron y nos obligaron a restituir los terrenos a su estado original. Como era imposible volver al antiguo vial, lo que acordamos con la Administración Autonómica es que ésta ejecutara un aval de 500.000 euros y con ese dinero se terminara la carretera. Era una ejecución subsidiaria. Lo que ha pasado es que ejecutaron el aval en noviembre de 2018 y no han hecho nada hasta la fecha. Al final, no tenemos el dinero, no tenemos el aval y no tenemos la carretera.

¿Y con respecto al segundo tramo?

El otro tramo es el que discurre desde uno de los extremos del parque hasta conectar con la Segunda Circunvalación, en el nudo de Las Gabias. El proyecto es de hace diez años, se licitó el estudio informativo por valor de 350.000 euros y está claro que evita las travesías de La Malahá y varias curvas peligrosas. Y lo hace con un puente que salva estos obstáculos. Pero tampoco se ha avanzado más, porque el presupuesto es de 17 millones de euros más IVA que durante todos los años de crisis no eran asumibles por la Junta. Nosotros pretendemos que ahora lo incluyan ya en presupuestos, aunque sea en distintas partidas para que en cuatro o cinco años pudiera ser una realidad esta segunda parte de la carretera.

Proyectos

La lentitud de la Administración Autonómica contrasta con el empuje empresarial. Lidl, gigante de la distribución, tiene prevista la construcción de una de sus mayores plataformas logísticas. En total, 48.000 metros cuadrados sobre una superficie de 130.000. ¿Cuándo comenzarán estas obras?

Estamos hablando de que levantará una nave de 230 por 210 metros, más o menos, una construcción gigante que se ubicará a la entrada del parque. Será lo más visible del mismo. Sin duda será la empresa más grande. Y es una empresa que exige una infraestructura viaria en condiciones, pues todos los días llegarán a sus instalaciones un buen número de camiones de proveedores y saldrán todos los repartidores. La información que tengo es que la empresa presente el proyecto este mismo año y que en 2021 se ejecuten las obras.

Otra firma potente que ya materializa su proyecto en este recinto es IFCCO-Iberia, con el que pretende entrar en el mercado del aceite de España. Ha destinado 3,2 millones de euros para las instalaciones. ¿Cómo van estas obras?

Se trata de una empresa que depende de una matriz multinacional de Emiratos Árabes que factura por billones de dólares en todo el mundo. Se enclava en el sector agroalimentario, con un gran porfolio de productos. Aquí envasarán aceites de todo tipo y buena prueba de ello son los 70 depósitos con que contarán sus instalaciones. Aunque llevan un ligero retraso sobre el calendario previsto, creemos que empezarán a funcionar en cinco o seis meses a más tardar. Es otra de las grandes empresas que han apostado por el PMIT.

Igual cabe decir de la farmacéutica Rovi…

Efectivamente. Como es conocido, anunció una inversión de 24 millones de euros a lo largo de estos tres próximos años para levantar una moderna planta, que destinará a la producción de heparinas. Esta gran empresa cuenta ya con terrenos en el parque y estamos convencidos de que en breve empezará la ejecución de un proyecto de alto contenido tecnológico.

Acelerador

El acelerador de partículas va a ser el gran espaldarazo que necesita tanto el PMIT como la provincia de Granada. Conseguir que se materialice este proyecto pondría al parque en el mapa mundial en investigación y desarrollo tecnológico. ¿Es consciente la sociedad granadina de lo que hay en juego? ¿Cómo se ve desde la gerencia este proyecto y las expectativas de que se materialice?

Yo creo que no, que los granadinos no saben lo que significa y la trascendencia que tiene. Nosotros conocimos de su existencia hace más de cinco años. Y fue Gerardo Cuerva, hoy presidente de la Cámara de Comercio y de la Confederación Granadina de Empresarios, el que nos hizo ver su magnitud. La verdad es que no nos lo tomamos muy en serio, porque pensábamos que era una utopía. Pero echamos a andar y a saltar obstáculos. Primero fue la competencia con otras zonas empresariales de Granada, como Marchalendín o el Puerto de Motril e incluso lo terrenos que ofreció el Ayuntamiento de Granada. Esa primera apuesta la ganamos en el proceso de selección. En orden inverso, el siguiente obstáculo conseguido fue el de que si España era seleccionada, frente a competidores como Polonia o Croacia, teníamos el reto de que fuese Granada la provincia elegida. Polonia se retiró y Croacia se incorporó a la candidatura española.

La elección de Granada, del Parque Metropolitano en concreto, ¿ha dado ya visibilidad a la provincia y a este recinto empresarial?

Sin duda alguna. Ya tenemos ese activo con nosotros. Todo el mundo nos conoce, al menos a nivel provincial y nacional. Hemos salido en un gran número de medios de comunicación desde que se supo que habíamos sido elegidos para albergar el acelerador de partículas. Lo que parece confirmado es que los terrenos son los de este recinto. Baste señalar que hace unos días, expertos implicados en el proyecto estuvieron haciendo unos estudios geotécnicos de la parcela reservada al acelerador, también otros estudios de radiación… van dando pasos en la buena dirección.

¿Me puede confirmar que ya hay tres edificios comprometidos con el parque para albergar diferentes instalaciones que están relacionadas con el acelerador?

Así es. Por lo que nosotros conocemos, los impulsores del Ifmif-Dones pretenden levantar estos tres edificios. Uno sería el de control y accesos, otro el de servicios generales y oficinas, y el tercero un almacén de componentes en el que se ubicarían dos laboratorios, uno de potencia y radiofrecuencia y otro de desarrollo tecnológico del litio.

De hecho, Pedro Duque, ministro de Ciencia e Innovación, señalaba en fechas recientes que el acelerador es una prioridad para el Gobierno de España de cara a atraer grandes infraestructuras internacionales. ¿Cree que el mensaje se va plasmar en nuevos hechos concretos, aparte de lo anunciado por el Ciemat?

Creo que lo más perentorio es que se conforme el consorcio entre administraciones. En cuanto se constituya el mismo, sin duda se avanzará más rápido, pues tendrá que contar con presupuesto, con la cesión de terrenos. Hay que tener en cuenta que parte de los solares que ocupará el acelerador son de nuestra propiedad, que estamos dispuestos a permutar con otros del Ayuntamiento de Escúzar para que éste a su vez los ceda al consorcio. Ese es el compromiso municipal y nuestro. La parcela total alcanza los 100.000 metros cuadrados, de los cuales la mitad son de nuestra propiedad.

Al margen del impulso económico para Granada, del desarrollo tecnológico para España y de la puesta en el mapa de Escúzar, ¿qué otros beneficios directos reportará el proyecto del Ifmif-Dones?

La letra pequeña de todo este asunto es clara: el gran beneficiado será el Ayuntamiento de Escúzar, pues nada más que en licencias de obras va a cobrar entre tres y cuatro millones de euros, va a cobrar una buena cantidad en concepto de Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), va a cobrar todas las plusvalías que salgan adelante… La segunda parte beneficiada seremos nosotros, obviamente, que somos los que explotamos el parque. E incluso la empresa suministradora de electricidad, que creo puede llegar a facturar hasta 20 millones de euros por la gran cantidad de este tipo de energía que exige el acelerador. Y ya en cascada a mucho s otros proveedores, que aunque en menor medida también participarán del mismo. Por no hablar de los beneficios que puede conllevar la reserva de parcelas de uso industrial tecnológico que tenemos ahora en sin ocupar -unos 400.000 metros cuadrados- que pueden ser idóneas para firmas que quieran estar al lado del acelerador y desarrollar sus proyectos, afines o no al mismo. Hablamos de I+D+i, de equipos multidisciplinares, de técnicos altamente cualificados, que son los que configuran las plantillas de estas compañías internacionales.

Finalmente, ¿qué características tienen las parcelas que ofertan?

Básicamente son idénticas. Doble toma de abastecimiento de agua, fibra óptica y de telecomunicación, suministro de gas, electricidad… Sí es verdad que el matiz de tecnológico de algunas de ellas no permite que se implanten en las mismas almacenes de lo que sea o empresas de la construcción. Las acotaciones son muy exigentes. Y en ello estamos. El salto cualitativo lo hemos dado ya. Pero el cambio lo veremos plasmado en instalaciones en apenas dos o tres años: pasaremos de un 12% de ocupación al 31% sobre 2,7 millones de metros cuadrados. Más que todo el polígono de Asegra. Un reto ya al alcance de la mano.

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