Impacto económico del COVID-19 en la economía real granadina

Quisiera diferenciar dos etapas dentro de esta crisis: por un lado la etapa de la fase de confinamiento y por otro la etapa post confinamiento. En la primera etapa, el impacto estará directamente relacionado con el sector de la economía donde la empresa desarrolla su actividad; en este sentido la hostelería y el comercio minorista serán los más perjudicados mientras dure la obligación de cierre de sus establecimientos. En términos económicos las pérdidas serán proporcionales al impacto en el margen bruto (Ingresos-Costes directos) en dichos días, que en una primera estimación debería corresponder a un 4,1% del volumen de facturación anual (15 días/365=4,1% ). Impacto que no es superior al que tienen todos los ejercicios por el cierre estival. Sin embargo a diferencia del anterior, en este caso las empresas no estaban prevenidas ni preparadas. Si bien todos los ejercicios el empresario conoce que dependiendo de su actividad, su empresa tendrá un comportamiento irregular, esto le permite aprovisionarse (tesorería) para afrontar las etapas de menos actividad. En este caso, el virus nos ha cogido con el pie cambiado y esto provocará que muchos empresarios tengan tensiones de tesorería. A nivel local, atendiendo a la contabilidad Provincial que publica la Junta de Andalucía en su web, el peso de los sectores directamente afectados supone un 23,43% del total, lo que sin duda será un fuerte golpe para la economía local.

Sin embargo la clave de esta crisis no está en la fase de confinamiento, que será una dura prueba para todos los empresarios, sino en la fase posterior. Como ya se ha demostrado, la economía es el reflejo del estado de ánimo de sus consumidores y en este caso, será de vital importancia para la recuperación, la actitud que tengan los consumidores cuando la situación sanitaria se haya normalizado. Las previsiones para la economía granadina anteriores a esta crisis, eran de un crecimiento superior a la media española y andaluza, y la valentía de nuestros empresarios exportadores había pulverizado todos los récords. Con la semana santa perdida y la temporada de esquí amortizada debemos fijar nuestro horizonte en la primera semana de mayo, donde la situación debería comenzar a normalizarse. Si la actitud de los consumidores es recuperar los hábitos anteriores, las empresas podrán superar esta difícil prueba. Y todo ello teniendo en cuenta que las pérdidas serán irrecuperables en algunos sectores muy estacionales (Sierra Nevada, sector imaginería…).

En esta segunda etapa será fundamental el funcionamiento de las herramientas que las administraciones publicas pretendan poner en marcha con sus caóticas normativas para superar esta crisis, las cuales podrán ser una auténtica ayuda o como en situaciones anteriores un enemigo más letal que el COVID-19.

Emilio P. Palomar Joyanes

Economista (Scio Veritas) Presidente Comisión Asuntos Económicos CGE

Compartir es demostrar interés!