Granada: por unos precios justos para agricultores y ganaderos

El campo granadino se ha unido para defender una rentabilidad digna para agricultores y ganaderos, solicitando a las Administraciones medidas estructurales que permitan superar la crisis de rentabilidad que asfixia a los profesionales del campo. Cada día nos enfrentamos al cierre de explotaciones agrarias, además de dispararse el endeudamiento en un sector de vital importancia para el desarrollo socioeconómico de zonas rurales y la economía granadina.

Las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA, junto a INFAOLIVA, ECOHAL y Cooperativas Agro-alimentarias de Granada, llevamos meses alertando de una crisis de rentabilidad, que afecta gravemente a agricultores y ganaderos de toda la geografía española, volviéndose insostenible en los últimos meses. Al igual que en otras provincias, el campo granadino representado de manera unánime por sus Organizaciones Agrarias, Federación y Asociaciones, se moviliza para conseguir que las Administraciones articulen las medidas necesarias para frenar esta situación de emergencia, considerándola de manera inmediata y urgente: Un Problema de Estado.

En el día de hoy, agricultores y ganaderos han dejado sus explotaciones para concienciar a toda la sociedad de la situación y la agonía que sufre la agricultura y la ganadería. A nadie le gusta manifestarse, y molestar a otros ciudadanos, pero cuando la situación es insostenible no queda otro remedio que mostrar el descontento y pedir soluciones urgentes. Llevamos haciéndolo años, pero sentimos que no se nos escucha.

Agricultores y ganaderos somos el eslabón más débil de la cadena alimentaria. Percibimos unos precios ruinosos por nuestros productos, sufrimos la especulación de la gran distribución, entre otras problemáticas que tienen al límite a nuestro sector. De ahí el lema que nos ha movilizado: PRECIOS JUSTOS PARA NUESTROS AGRICULTORES Y GANADEROS.

Cada vez más a menudo el precio viene fijado por la distribución minorista debido al desequilibrio de la cadena de valor, que permite a las grandes cadenas mantener su margen de beneficio sin trasladar al consumidor los bajos precios que están pagando a los agricultores. Se pervierte así el espíritu de las Leyes de competencia, ante la inacción de las autoridades púbicas.

Entre todos debemos mostrar al consumidor español, y también al internacional, que los productos que ofrecemos son de una calidad inigualable y que es necesario tener un precio justo para que nuestro sector siga vivo.

Son muchos los esfuerzos realizados día a día en este sector, cuya aportación económica y social en Granada es fundamental. Nuestros profesionales son la base de una agricultura y ganadería de calidad. Generan empleo y riqueza en las zonas rurales. Evitan el despoblamiento y frenan el cambio climático con su actividad agraria. Proporcionamos alimentos sanos, seguros y de calidad. Por ello, exigimos unos precios justos para mantener la calidad de vida en nuestros pueblos. Ya que, como siempre recordamos, gracias la agricultura y ganadería, viven miles de ciudadanos directa o indirectamente y se reparte la riqueza de una manera más equitativa.

Todas las administraciones implicadas, cada una dentro de su responsabilidad, están obligadas a analizar la situación en la que se encuentra este sector. Y tienen que reconocer la crisis que atraviesa. Las herramientas que tenemos los agricultores y ganaderos no son suficientes o no están bien diseñadas. En el conjunto de la Unión Europea estamos olvidando tener redes de seguridad que defiendan las producciones agrarias. Los mecanismos que están en vigor han demostrado que no funcionan y por tanto es necesario adaptarlos teniendo en cuenta la evolución del sector.

Así mismo, las políticas agrarias en concreto y también el resto de políticas necesitan centrarse en el sector agrícola, que siempre ha tenido multitud de dificultades, además de ser moneda de cambio por otros intereses comerciales de la propia Unión Europea.

Cuando un consumidor de una gran ciudad se ponga delante de un producto de Granada, debe ser capaz de entender todo lo que hay detrás de ellas: tecnología, instalaciones adaptadas, extremo ahorro de agua, implementamos energías renovables, economía circular, desarrollo sostenible. No es justo que todo nuestro trabajo acabe en un supermercado con unos precios que en muchos casos suponen unos márgenes comerciales de más 800 % con respecto al precio que recibe un agricultor y que está por debajo de los costes de producción, generando la ruina de los agricultores.

Es en estos momentos cuando la Unión Europea, Gobierno de España y autonómico deben mostrar interés por el sector agrario, nos estamos jugando mucho. Nos estamos jugando un modelo de producir alimentos que ha demostrado que es más viable y seguro y que reparte la riqueza entre todos y en el territorio. Vamos a seguir defendiendo a este sector, y no pararemos hasta que lo consigamos. Lo más importante es mantenernos unidos, algo que en momentos duros es más complicado, pero es totalmente necesario.

Esto no se queda aquí. Hoy hemos dado una lección a toda la sociedad, y esperamos que todo este trabajo tenga su efecto positivo.

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