“Hay que atraer proyectos y capital que den valor añadido a Granada”
El nuevo presidente del Consejo Social cree que es el momento de “reposicionar” a la ciudad en el mundo global

Catedrático de la Universidad de Granada, consultor de la Reserva Federal de EE.UU. en Chicago, director del Gabinete de Análisis Financiero de la Fundación Cajas de Ahorro (Funcas) y desde hace unos meses presidente del Consejo Social de Granada. Santiago Carbó se pone al frente de este órgano consultivo de la ciudad  y le entrevistamos para saber cómo afronta este nuevo cargo y repasar con él la realidad económica local y general.

¿Como un economista ‘global’ termina en el Consejo Social de una ciudad media como Granada?

Esta es la ciudad donde he residido los últimos 26 años. Tras volver de Reino Unido, el alcalde y otras personas me pidieron que echaran una mano y acepté. El problema que tengo es que no es fácil encontrar todo el tiempo que se me podría precisar.

¿Tiene alguna encomienda específica del alcalde?

En este momento tenemos la encomienda del Pleno del Ayuntamiento de Granada de estudiar, revisar y apoyar el plan de saneamiento 2018-2027. Otro encargo importante es la reforma del propio reglamento, para entender si la composición está muy politizada, si están representados todos los colectivos y la sociedad granadina del 2017.

También tenemos que revisar el Plan Estratégico para ver qué proyectos se han llevado a cabo y cuáles se han quedado por el camino. La ciudad tiene ahora mismo varios frentes abiertos en temas de movilidad, Albaicín, déficit presupuestario… Es el momento  de enfocar todo esto y reposicionar a Granada en el mundo global.

¿Tiene la impresión de que en Granada es difícil consensuar planes a largo plazo?

Si nos comparamos con otras ciudades que en los últimos 15-20 años se han posicionado con fuerza, podemos decir que sí tenemos alguna dificultad. Pero si hacemos una fotografía de la ciudad de hace dos décadas y la comparamos con una actual, veremos que la ciudad se ha transformado mucho y para bien.

Seguimos teniendo deficiencias y la falta de un gran proyecto que ‘tire’ de la ciudad. El PTS-Ciencias de la Salud se está empezando a cerrar y ya tiene bastante recorrido y ahora todos tenemos en mente otros proyectos como el acelerador de partículas y lo que podría suponer para Granada, o la llegada del AVE.

En lugar de ser tan críticos, tenemos que ver todo lo que se ha hecho en la ciudad, ponerlo en valor y a partir de ahí ver cómo podemos atraer recursos humanos valiosos, un capital inversor y proyectos que den valor añadido a la ciudad.

¿Cree usted que Granada empieza a considerarse y visualizarse como un referente en materia sanitaria y de salud?

Este es un campo que se ha desarrollado claramente en los últimos años, contando con una Universidad que es pionera en ese ámbito. Recorrido queda, para intentar atraer proyectos y empresas. No cabe duda de que se trata de un ámbito que genera valor añadido para la sociedad.

Todo es mejorable, pero es algo que empieza a visualizarse claramente.

Hace años decía usted que faltaba liderazgo económico en la ciudad. ¿Sigue teniendo esa misma percepción?

Veo que en este aspecto se ha mejorado y me gusta el papel que ha adoptado en este sentido la Cámara de Comercio de la ciudad y los empresarios. Es una visión más moderna de la economía, de la empresa y de la ciudad. También la Universidad de Granada tiene un mayor liderazgo y es un importante activo.

¿Qué riesgos económicos pueden lastrar la salida de la crisis económica?

Si la volatilidad se hace más perversa, podría generar perdidas en un momento determinado. Ahora parece que tenemos profesionales que saben valorar muy bien la volatilidad y por tanto el mercado no se pone tan nervioso como en aquellos años 2007-2008, que fue lo que nos llevó a la crisis. Pero la volatilidad está mostrando un mundo muy cambiante, en el que cualquier crisis geopolítica o situación en el ámbito del petróleo, podría hacer cambiar mucho los parámetros.

Para la economía española, y también para el resto, la acumulación de deuda es muy peligrosa. Somos una economía muy endeudada, en lo privado y en lo público. Esto nos deja muy poco margen de maniobra para el futuro y si suben los tipos de interés se genera un problema importante.

Creo, por otro lado, que no se ha aprovechado lo suficiente para hacer reformas e intentar, hora que estamos creciendo, hacer un país más resiliente. España se ha beneficiado enormemente de los programas monetarios del Banco Central Europeo y se está beneficiando en materia de turismo gracias a la inestabilidad de otros destinos. Esto está muy bien, pero se debería aprovechar para cuando llegue el momento en que la economía no crezca como ahora, para que no sea un castillo de naipes que se venta nuevamente abajo.

¿Qué razones estructurales cree usted que son las causantes de que la economía granadina y andaluza no lleguen a converger con la española?

Intentar converger es muy razonable, pero lo vital es crecer en la misma línea que los demás. Mientras los demás sigan creciendo es muy difícil converger, porque además lo hacen con una estructura productiva más sólida, fuerte y consolidada que aquí en Granada.

Por otro lado, nos falta una estructura productiva más diversificada y, en tercer lugar, aquí la tasa de paro es alta y si trabajamos menos, producimos menos.

La Reserva Federal Americana ha subido recientemente los tipos de interés. ¿Se prevé una subida del Euríbor?

La subida será inevitable porque llevamos muchos años de tipos de interés bajos. Lo lógico es que en algún momento, más pronto que tarde, empiecen a repuntar.

La incorporación de BMN a Bankia, ¿qué supone para Granada?

La crisis ha afectado a prácticamente todo el sector de cajas e incluso el sector financiero. Espero que tras la integración, el peso decisorio de las operaciones en Andalucía esté aquí. BMN Granada tiene que mostrar el valor que le aporta Andalucía y más concretamente la zona Oriental, porque es una de las razones por la que se ha realizado la operación, independiente de que al Gobierno le pudiera interesar agrupar los bancos en los que tenía una participación importante.

Una última cuestión bancaria. ¿Cree usted que Caja Rural está condenada a fusionarse para sobrevivir en este mercado o no?

Aquí la clave es que Caja Rural sufrió menos la crisis inmobiliaria y no tiene la morosidad de otras entidades. Sus servicios y productos están en Granada y su área de influencia y la clave es si sus costes se podrían reducir si se integra en otra entidad de mayor envergadura. Si la respuesta es sí, la presión por la fusión existirá. Pero si la entidad es capaz de obtener sus márgenes y mantener su negocio con rentabilidad, no tiene porqué estar pensando en algo más grande.

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