España liderará el proceso de captación de apetito inversor en los próximos dos años tras el Brexit

El mercado inmobiliario en España ha ralentizado su actividad en el tercer trimestre del año, pese a ello, la economía española crece con fuerza varias décimas por encima de otros países de nuestro entorno (2,9%).

Las razones de la caída en el crecimiento español tienen que ver con factores internacionales, y que han sembrado de incertidumbre nuestra buena marcha económica, al igual que la de otros de nuestros socios en la UE. Y después del referéndum “no vinculante” en el Reino Unido respecto de su permanencia en la Unión Europea, en el que los sondeos preveían un apoyo mayoritario a la posición de “remain in the EU”. Nadie ha podido prever lo que esta votación ha supuesto. Esto ha generado tal incertidumbre que está comprometiendo el crecimiento económico de Reino Unido, y con él, el de los demás países que le suministran bienes y servicios, España entre ellos.

Por tanto, nuestro país se ralentiza, más que por la inactividad de sus gobernantes con mandatos expirados, por la coyuntura internacional que es incierta. He percibido un giro desde una posición generalizada de la UE contra el Reino Unido, frente a los que consideran al Reino Unido como un país que realmente desea tener la libertad de actuación para forjar su nuevo futuro al margen de la UE. 

Los esfuerzos del gobierno británico son extremos en desarrollar una Secretaría de Comercio Internacional, con suficientes medios y conocimiento para negociar y gestionar la salida de la UE. La economía británica está liderada por un sector que representa aproximadamente el 14% de su economía, y está constituido por los Servicios Profesionales, que tiene una dimensión internacional o al menos paneuropea. La capacidad existente se justifica por el servicio trasnacional que presta. Si el acceso desde Reino Unido, como canalizador habitual de estos servicios, dejara de ser competitivo por la existencia de barreras arancelarias, probablemente estos servicios dejarían de prestarse en esta escala desde RU. La problemática de la banca es similar, por lo que algunas entidades están reconsiderando su dimensión en RU, y considerando otras alternativas para sus cuarteles generales en Europa. 

Hace unos meses, antes del Referéndum, decidimos que debíamos estar en el mercado de Londres, para conectar con la comunidad inversora y prestarles nuestra amplia gama de servicios. Tenemos buenas sensaciones respecto del funcionamiento de nuestra actividad en Reino Unido. Estamos viendo un cambio de actitud significativo en la mayoría de los profesionales con los que nos hemos reunido, que están interesados en los temas que tienen que ver con Iberia. Su pensamiento no está más en el Reino Unido y si en otros países, y España pensamos que liderará ese proceso de captación de apetito inversor masivo en los próximos dos años. 

Por ello, anticipamos un desembarco considerable de inversión foránea en nuestro mercado inmobiliario y financiero durante los próximos dos años, que nos traerá buenos resultados y ganancias crecientes. 

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