¿Mérito de Podemos o de los que no pueden?

¿El mérito es de los de Podemos o de los que no pueden? Estoy seguro que todos nuestros lectores han visto, oído e incluso, analizado el programa económico de Podemos: plan de rescate ciudadano centrado en la creación de empleo decente en los países del sur de Europa;  auditoría ciudadana de la deuda;  conversión del Banco Central Europeo (BCE) en una institución democrática para el desarrollo económico de los países; creación de una Agencia Pública Europea de Rating; reorientación del sistema financiero para consolidar una banca al servicio del ciudadano;  recuperación del control público en los sectores estratégicos de la economía; intercambio fluido y transparente de información fiscal entre todas las Administraciones tributarias europeas; obligatoriedad para todas las empresas multinacionales y sus filiales de rendir cuentas de sus actividades en términos globales y desglosadas por países;  persecución y endurecimiento de las sanciones del delito fiscal;  política tributaria justa orientada a la distribución de la riqueza y al servicio de un nuevo modelo de desarrollo; apuesta sostenida por el cambio del modelo productivo mediante el desarrollo de un sistema de Investigación, Desarrollo e Innovación de mayor valor agregado y  derecho a una renta básica para todos.

Algunas de estas iniciativas tales como el plan de rescate ciudadano o la renta básica para todos parecen irrealizables en base al actual sistema presupuestario español; otras como la conversión del BCE o el control público de los sectores estratégicos chocan con el marco normativo internacional, y otras iniciativas que proponen un cambio de sistema económico global pueden ser útiles como debate filosófico pero poco pueden aportar para resolver los problemas de los españoles en los próximos años.  

Por tanto, yo también creo que el programa electoral de Podemos es irrealizable pero a estas alturas, ¿alguien cree que los programas electorales son realizables? Hace ya bastante tiempo que la gente descubrió que los programas no son contratos electorales sino que, como mucho, son declaraciones de intenciones. Cuando la ciudadanía valora un programa electoral, valora las intenciones (no todos los partidos políticos tienen las mismas), valora lo realizables o no que sean y valora el crédito de las personas que las proponen. La estrategia de los partidos “de siempre” está basándose en denostar las propuestas de Podemos por ser irrealizables; sin embargo, las encuestas parecen indicar que la estrategia elegida no está siendo eficaz. Tal vez, la conclusión podría ser que los españoles están valorando las intenciones de Podemos y el descrédito de los “políticos de siempre”. 

En estos días todo el mundo analiza el fenómeno Podemos, pero yo creo que el verdadero fenómeno es el deterioro enorme y meritorio de los políticos “de profesión” y las instituciones que dirigen para cobijarse y perpetuarse. Por tanto, se equivocan los dirigentes de Podemos si creen que ellos pueden hacer algo para potenciar el fenómeno. Ellos, lo único que tienen que hacer es estar y dejar que “los otros” potencien el fenómeno (de destrucción). Los otros partidos están en “buenas manos” para el éxito de Podemos.

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