"Con este proyecto hicimos realidad un sueño"

Patricia Merino y José Manuel Plana son los responsables del hotel La Almunia del Valle, en Monachil (Granada), un proyecto que hicieron realidad tras vivir en otras ciudades españolas e incluso del extranjero. La calidad es la seña de identidad indiscutible de este pequeño hotel con encanto.

¿Cómo surge la idea de poner en marcha este hotel?

Esta fue una decisión compartida entre José Manuel y yo (habla Patricia Merino), después de dar un cambio radical a nuestra vida de ejecutivos en Madrid. Tuvimos la suerte de encontrar este enclave privilegiado, en pleno Parque Natural de Sierra Nevada, donde se encontraba este cortijo que hoy está catalogado como «Cortijo Serrano de Interés Ambiental».

Tenemos que destacar la generosidad de este lugar de cara al visitante a la hora de mostrar las maravillas de este rincón, a tan solo 8 kilómetros de la ciudad de Granada.

Con este proyecto hicimos realidad un sueño: poner a disposición del viajero un lugar donde disfrutar, con los cinco sentidos, de lo que nos brinda la naturaleza en este enclave tan especial de Sierra Nevada, como la luz, el silencio que hay, las magníficas vistas, los productos naturales de la zona, la amabilidad de la gente, la arquitectura del municipio… Es, simplemente, un lugar que quiere poner en valor y mostrar al viajero el tesoro que hay en esta comarca de Granada.

¿Qué diferencia a este hotel de otros?

Nuestra idea al llegar aquí fue cambiar los objetos de lujo por el lujo sin objetos. Eso supone que al llegar a una ciudad como Granada, con el monumento más visitado de España, a pocos kilómetros encuentras un lugar tan idílico como este, que es difícil de describir si no se vive.

¿Nos podría comentar las características del establecimiento?

Este pequeño hotel fue rehabilitado hace diez años sobre la base de un típico cortijo serrano. Hoy en día tiene once habitaciones dobles, todas con vistas a Sierra Nevada.

Se ubica sobre una finca de 14.000 metros cuadrados, que se escalona en la loma de una ladera llamada «Montaña Inculta», por lo que la sensación es de estar sobre un escenario.

Contamos con servicio de cafetería y restaurante exclusivo para nuestros huéspedes, donde se puede disfrutar de los productos frescos y de temporada, algunos de ellos se recolectan en la propia huerta del hotel. Son menús elaborados con productos de kilómetro 0, colaborando así en la sostenibilidad económica de los municipios más cercanos.

¿Cómo es el tipo de cliente que visita este hotel?

Tras realizar el cómputo final de año, podemos decir que el 85 por ciento de las pernoctaciones es de clientes extranjeros y el 15 por ciento restante corresponde a clientes nacionales. 

La mayor afluencia de extranjeros se produce entre los meses de abril a noviembre y es un cliente al que le gusta disfrutar mucho de la naturaleza. Vienen sobre todo de Centroeuropa y Reino Unido, atraídos por este concepto de hotel. También cada vez es más numeroso el público de América del Norte (Estados Unidos y Canadá), Australia y Nueva Zelanda.

El cliente nacional llega principalmente de la zona de Levante, Cataluña, País Vasco, Madrid y también, más puntualmente, de otras provincias andaluzas.

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