Entrevista a Luis Curiel, director propietario de la empresa IT Curiel

Luis Curiel Aróstegui, después de completar su formación técnica y tras varios años de trabajo en varias empresas, con prácticas en Alemania y Francia, evaluó las dificultades del momento y animado por su buen amigo Luis Ladrón de Guevara, los abogados y hermanos José y Francisco Masáts, varios arquitectos, entre ellos, de aquella época, José Antonio Llopis, Francisco Álvarez Puerto y otros, tomó la decisión a principios de 1972, de iniciar una etapa como empresario, fundando Instalaciones Técnicas Curiel. Contaba entonces, hace ahora 40 años, con 25 años de edad y un gran bagaje de ilusión y proyectos; y contaba, además, con la complicidad de sus padres, su mujer –ya tenía su primera hija–, el apoyo de su tío Alfredo Aróstegui y muchos amigos en la Granada de aquellos tiempos. Con motivo del 40 aniversario de su empresa, entrevistamos a este gran profesional, tratando de aprender de su experiencia de tantos años de lucha y trabajo. 

Para empezar, ¿nos podría hacer un balance desde sus inicios como empresario? 

40 años en la vida de cualquier empresa es una larga historia, en todos los sentidos. Hemos realizado más de 6.000 obras, pequeñas, medianas, grandes, con decenas de miles de clientes y usuarios satisfechos; y ,evidentemente, nos ha pasado casi de todo, crisis del petróleo del 73, expropiación de Rumasa, aniversarios, centenarios, a nosotros y a nuestro entorno.

Probablemente nos hemos convertido en un referente en el sector, y quizás, en una de las empresas más dinámicas y eficientes en nuestro segmento de todo el país. A ello ha contribuido, muy especialmente, nuestro equipo humano. 

Han sido muchas las personas que han formado parte de nuestra empresa, algunos permanecen desde hace más de tres décadas,  mis hermanos, ahora mis hijas, y la confianza en nosotros de decenas de ingenieros, arquitectos y técnicos de todo tipo, que han considerado a I.T. Curiel como un socio cualificado para participar en sus proyectos y responsabilidades.

Actualmente nos enfrentamos a la peor crisis económica de los  últimos 50 años… ¿cree que éste sea, quizás, el peor año y que próximamente podamos empezar a recuperarnos? 

Para empezar, no creo que esta crisis sea la peor en 50 años. Esto es general en nuestro país y en algún otro de nuestro entorno. No hace mucho, teníamos varios puntos de superávit, pero probablemente no hemos hecho bien muchas cosas. Cada empresa ha tenido y tiene su propia historia, su  propio record de dificultades, ahora hay miles de empresas medianas y pequeñas que están sucumbiendo por carecer el mercado de la suficiente flexibilidad que lo impida, en el marco laboral, mercantil, judicial, etc. 

Los procedimientos concursales no protegen a las pymes siendo las que sufren con más dureza estas circunstancias, y el retraso e ineficacia de la justicia contribuyen a ello gravemente. No sólo las administraciones no han cumplido sus obligaciones de pago, atenuadas ahora por la decisión del actual gobierno –muchos de nosotros  hemos cobrado deudas con varios años de retraso– sino que las grandes empresas continúan aún con sus prácticas de dilatar los pagos incumpliendo impunemente la normativa de  la Ley de Morosidad, siendo responsables en gran parte de esta situación.  La modificación de la Ley de Contratos del Estado podría contribuir facilitando el acceso a las pymes  y así ayudar a atenuar esta situación.  

Por otro lado, nadie sabe cuando empezaremos a recuperarnos, pero todos queremos creer que el fin de esta situación está en un plazo de entre 2 y 4 años, probablemente, más allá del 2015, todo depende de que seamos capaces de entender que o competimos o sucumbimos, siendo indispensable adelgazar el sector público, y de una vez para  siempre, empezar a desmontar un Estado del ‘Despilfarro’, sustentado sobre un falso Estado del ‘Bienestar’.

¿Cuál ha sido la filosofía de 

I.T. Curiel para resistir, suponemos, a otras crisis y sobre todo, a la actual? 

Nuestra empresa, como muchas  otras, inició tiempo atrás una clara racionalización del gasto. Nos hemos concentrado en las áreas en las que somos más competitivos, hemos suprimido lo superfluo y ajustado  decenas de capítulos para situarnos en el mejor ratio de productividad. También, ello,  ha tenido un coste para nuestros recursos humanos, los cuales ahora son más limitados que hace dos o tres años.

Su empresa ha sido instaladora de grandes proyectos de nuestra provincia. Enumérenos los más relevantes. 

Nuestra empresa, en estos 40 años, ha participado en muchos de los  proyectos más importantes de nuestra provincia: decenas de instalaciones singulares, hoteles, edificios institucionales, comerciales, deportivos, industriales, residenciales, sanitarios… prácticamente no ha habido instalación en la que no hayamos estado presentes, especialmente en el sector de la climatización.  

Este año, al cumplir 40, hemos editado un calendario, creemos que singular, ya que empieza en abril de 2012 y termina en marzo de 2013, y hemos tenido que seleccionar  catorce instalaciones entre  decenas de ellas: Caja Granada,  Museo Caja Granada, Caja Rural,  Palacio de Deportes, hoteles  como La Bobadilla de Loja,  hoteles Maciá, hoteles en edificios  antiguos como Santa Isabel La Real, Casa Morisca, Casa 1800, Hotel Rally… Y más de cien edificios institucionales, muchos del Ayuntamiento de Granada, y otros, como la nueva sede de Diputación, Centros de Salud, múltiples instalaciones para la Universidad y otras en Sierra Nevada.

Además de instalaciones industriales como las realizadas a Hefagra, Sani, Knauf; residenciales como Marina del Este, Área Centro y miles de viviendas. Como  he dicho en alguna ocasión, nos  daría  para confeccionar una guía de teléfonos.

Usted, además de empresario, también ha sido representante de varias organizaciones empresariales… ¿qué experiencias obtuvo durante estos años? 

Durante todo este tiempo he tenido la oportunidad de contribuir, junto a muchos otros empresarios, a formar una nueva realidad social en esta etapa democrática. Yo ya formaba parte de la Asociación de Instaladores Eléctricos en 1973, como vocal de la Junta Directiva de la misma, presidida por mi querido e inolvidable amigo Gerardo Cuerva; fui durante once años presidente de la de mi sector, casi seis años de la Confederación Granadina de Empresarios, veinte en el Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio y presidente de ella –casi doce años–, cuatro años presidente del Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio, vocal del Comité Ejecutivo del Consejo Superior de Cámaras, presidente fundador de Avalunión y otros muchos más, entre ellos, cinco mandatos como presidente del Real Aero-Club de Granada. 

A veces no sé como he podido compaginar esas actividades con las de mi empresa y sobrevivir. Probablemente se lo debo a la paciencia  de mi familia y, especialmente, a la de mi mujer,  que facilitó esa parte de mi vida.

Muchos proyectos de la provincia se materializaron durante esa época y para satisfacción de todos, algunos vieron la luz: nuestro ingreso en la Unión Europea, Palacio de Congresos, A-92, Sierra Nevada, Polígonos y Parques Industriales,  Sistema Asociativo, CEOE, CEPYME, CEA, siendo muy difícil hacer un inventario reducido.

Pero, seguramente, lo más importante después de tanto tiempo de actividad es poder contar con miles de amigos, de clientes satisfechos y de habernos transformado en una marca de garantía y eficacia. La parte humana, poder haber mantenido a decenas de empleados  y sus familias y haber contribuido aunque haya sido modestamente, a forjar un país mejor, una provincia más próspera, y haber enseñado la calidad y el buen hacer a muchas personas; aunque ahora  tenemos que poner en pr
áctica lo que nos enseñaban cuando éramos jóvenes, que cuando la marcha se hace dura, los duros marchan. Creo que estamos en ese pelotón.

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