Luces al final del túnel

 El sector de la Obra Pública en Andalucía no podía cerrar el año 2011 con peor horizonte. La caída de la inversión pública no solo ha dejado en el aire el futuro de infraestructuras estratégicas para el desarrollo y la sostenibilidad de nuestra tierra, sino que ha arrastrado a la quiebra a cientos de empresas y al paro a miles de trabajadores. 

Somos el sector que concentra las cifras más dramáticas de destrucción de empleo y quiebra de empresas, por motivos que parten todos del incumplimiento de los compromisos de inversión y pago de la Administración Pública. Solo la Consejería de Obras Públicas y vivienda ha reducido en más de 800 millones de euros su presupuesto para infraestructuras entre los años 2010 y 2012. La baja contratación pública deja sin actividad a muchas empresas, creando una situación de inseguridad y bloqueo para el crecimiento económico y empresarial de Andalucía.

Los que hemos logrado iniciar la andadura empresarial en este año 2012, no nos cansaremos de repetir lo que de manera cansina y reiterada hemos mantenido en numerosos foros, necesitamos y plan de pagos fiable y real. Un compromiso cierto de pago. Los planes de inversión en infraestructuras tienen que cimentarse desde criterios de racionalización, utilidad y oportunidad. Se deben evaluar los proyectos según la funcionalidad futura, o bien calcular los costes de conservación y mantenimiento. Este sector es fundamental en la reactivación de la economía, somos un sector multiplicador en nuestras inversiones. (Cada euro invertido en obra publica  se multiplica y se devuelve a la administración multiplicado por seis), pero también las infraestructuras forman parte de los cimientos del estado del bienestar,  tan cuestionado en nuestros días.

La deuda actual de la Junta de Andalucía para con las empresas de obra pública alcanza los 1.200 millones de euros, el 60% es de la Consejería de Obra Pública. El conjunto de  deuda de los Ayuntamientos supera los 1.000 millones de euros. Hoy adentrados en el mes de marzo y desde esta tierra granadina, podemos ver luz al final del túnel, reiniciamos las obras del metropolitano tras  numerosos meses de paralización. Aunque tarde, con un año de retraso, ha llegado el famoso préstamo del BEI. Esto servirá para reactivar en parte la economía de granada y su área metropolitana, pero junto a este hecho, y en forma de decretos se ha publicado una reforma laboral, fundamental en estos tiempos, y sobre todo en una región como la nuestra, foco del desempleo nacional y otro para articular un mecanismo e financiación para el pago de proveedores de las entidades locales.

Pueden ser los tres hitos, los necesarios y complementarios, que nos ayuden a despegar. Dejemos actuar.

*Vicente Mérida es 

Director de Expansión de UCOP