El estudio económico de Caja Rural detecta signos de las crisis del 29 y de la de los 70

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Inestabilidad/ Caja Rural de Granada presnta el número 33 de su boletín, dónde se advierten incesantes cambios en la economía y reconoce el error del  diagnóstico de la crisis

El Boletín de Coyuntura Económica de Caja Rural de Granada analiza la evolución del primer semestre del año

El presidente de Caja Rural de Granada, Antonio León, y su director general, Dimas Rodríguez, presentan el número 33 del Boletín de Coyuntura Económica editado por la Fundación Caja Rural y coordinado por el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Granada, Miguel González, en colaboración con los profesores Elías Melchor y Marcos García. Se trata del análisis y la evolución de la economía internacional, nacional, andaluza y granadina hasta el primer semestre de 2011, período de incesantes cambios diarios en la economía como advierten los economistas. A finales de 2010 y primeros de 2011, las tasas de crecimiento de países como Japón o EE.UU. hicieron creer que la crisis se estaba acabando, pero esta situación era engañosa y se vuelve a errar en el diagnóstico de la crisis, que para los responsables del estudio se trata de un hito histórico, mezcla de la depresión del 29 y de la crisis de los 70. 

La situación actual mantiene características del crack del 29 al ser una depresión más que una recesión, por el elevado endeudamiento y la dudosa solvencia del sistema financiero. De la crisis de los 70 destaca el carácter de sobredimensión de determinados sectores productivos, cuya oferta no guarda relación con la demanda actual, y la contracción de la capacidad productiva, que provoca un paro elevado, permanente y estructural. 

Los problemas financieros y los desequilibrios productivos tienen como consecuencia una depresión profunda y duradera, con soluciones complejas, ya que las medidas para encarar el frente financiero pueden afectar negativamente al ámbito real. Según este análisis, “la política económica ha de medir el impacto de cada medida, pues por exceso o por defecto, puede agravar aún más los problemas existentes o crear nuevos, como está ocurriendo”. 

La política del endeudamiento

El hecho de no reconocer a tiempo la crisis y la desacertada política expansiva de gasto público ha tenido como consecuencia una larga lista de deudores, entre las que destacan las familias, empresas, entidades financieras y las administraciones públicas. 

La desacertada política de endeudamiento de los primeros años de la crisis, como la han definido estos economistas, ha provocado problemas de consecuencias imprevistas. El principal es la crisis de la deuda soberana, especialmente en aquellos países de la Eurozona que no son capaces de solucionar sus problemas de deuda. “Ésta ha de ser afrontada con realismo, no esperando imposibles, y admitir que por más ajustes que se impongan, habrá países que no puedan asumir el pago de su deuda”, agrega el Boletín de Coyuntura Económica y prosigue explicando que “es ineludible aceptar que en algunos casos habrá que llevar a cabo una suspensión de pagos ordenada, en otros concertar un acuerdo entre acreedores y deudores, o relajar las condiciones en las que está contraída la deuda”. 

La Eurozona está sufriendo el agravamiento de la crisis de la deuda. El raro ambiente financiero y económico se ha sumado a la desaceleración observada en las dos economías que representan el 48 por ciento del PIB de la Eurozona, Alemania y Francia. “No hay que interpretarlo como un agravamiento pasajero, sino como la puesta en entredicho de la unión monetaria de unos países que carecen de mecanismos fiscales comunes”, afirma el Boletín. 

Economía de Granada 

En la primera mitad de 2011, algunos indicadores de actividad han experimentado cierta mejoría, aquellos relacionados con el sector exterior, tanto en materia turística como de exportaciones. El resto de indicadores señalan la caída cada vez menos intensa, que puede estar anticipando una próxima recuperación. 

El crecimiento de las exportaciones, entre el 25 y el 30 por ciento interanual, es un rasgo diferenciador de la economía granadina. Las importaciones, que  comenzaron a crecer con fuerza a mediados del pasado año, han descendido fuertemente hasta el punto de retroceder un 26 por ciento en el segundo trimestre de 2011, La consecuencia es que la tasa de cobertura ha vuelto a niveles desconocidos desde hace años, un 124 por ciento. 

Todos los sectores productivos en Granada han reducido su empleo durante la primera mitad del año. El paro se redujo en construcción, servicios y parados que buscan su primer empleo o llevan parados más de una año, como consecuencia directa de la reducción en el número de activos. 

La construcción sigue inmerso en su proceso de ajuste, que dura ya varios años. Los servicios experimentan un buen comportamiento y mantiene la actividad del sector, que representa más de las tres cuartas partes del empleo provincial. Durante el primer semestre del año, la ocupación se incrementó en 8.200 nuevos empleos, una tasa semestral del 3,6 por ciento. 235.600 son los puestos de trabajo que soporta servicios en el primer semestre, la mayor cifra de ocupados en la provincia en este sector. 

Turismo es el subsector que experimentó un mejor comportamiento, aumentado sobre todo por los viajeros extranjeros, los que más pernoctaciones realizan. En el primer semestre de 2011, a Granada acudieron 1.149.000 viajeros, un nueve por ciento más que durante el mismo período del año anterior. A pesar del aumento de la actividad, el número de empleos se redujo en un 2,4 por ciento, debido a ajustes estructurales de largo alcance. El tráfico aéreo de pasajeros se redujo en 67.341 personas, una caída del trece por ciento. 

El empleo en Granada  comenzó un declive en 2007 que aún no ha terminado, según los expertos. La destrucción de empleo ha hecho que el mercado de trabajo se encuentre en una situación muy crítica. En el segundo trimestre se redujo en 5.300 el número de ocupados, también se ha reducido la población activa. Según la EPA, la pérdida de empleo en Granada es especialmente fuerte en la agricultura. Primer semestre de 2010 y el mismo período de 2011 se han perdido 15.000 puestos de trabajo en este sector, acentuado por la crisis del pepino. Los demás sectores han experimentado un comportamiento positivo en Granada. 

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