Entrevista a José Prados Osuna, director general de Biomaslinic

En primera persona – Granada Económica

“Lamentablemente nuestras cajas no creen en el sector de la biotecnología”  

Biomaslinic desarrolla patentes procedentes del olivar con múltiples aplicaciones en alimentación 

Biomaslinic forma parte de esa nueva hornada de joyas empresariales que nacen al abrigo de la Universidad de Granada y del propio Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud. Es una firma que desarrolla patentes que serán de gran aplicación en el campo de la alimentación humana y animal, entre otros. Y todo a partir  de productos procedentes del olivar, con lo que se consigue un valor añadido para ese cultivo.

En esta entrevista, su máximo responsable, José Prados Osuna, repasa para GRANADA ECONOMICA la gran oportunidad que significa para el desarrollo de nuestra tierra el sector de la biotecnología.

¿Cuándo nace la idea de fundar esta empresa?

La idea es muy antigua. Data del año 1995, gracias a unas patentes de la Universidad de Granada relacionadas con el tema de los azúcares existentes en los alpechines de la oliva. Con el tiempo vimos que había otros productos de más alto interés,  como el ácido maslínico, con importantes aplicaciones que podrían comercializarse. En el proyecto, inicialmente fuimos 12 socios, si bien en cuanto a gente trabajando prácticamente he estado sólo hasta hace poco en que se ha incrementado el equipo directivo hasta cinco personas y en general ya estamos 14 personas en estas nuevas instalaciones.

¿La investigación la hacen directamente ustedes?

Nosotros tenemos un departamento de I+d que gestiona ese campo pero que no se hace dentro de la propia empresa sino que se encarga a distintas instituciones y organismos como la propia Universidad de Granada, otras universidades del resto de España y de Europa e, incluso, alugnos centros privados o el propio Consejo Superior de Investigaciones Científicas, con el que compartimos algunos proyectos.  

¿Cómo es la nueva planta de Escuzar?

 La nueva planta, de 1.000 metros cuadrados, está dividida en dos partes, una la zona de extracción y otra el laboratorio, de unos 300 metros cuadrados que es la zona de depuración y preparación del producto para su fase alimenticia. Después pretendemos, si ello es posible y entendemos que si, hacer un plan de cogeneración eléctrica para hacer la planta muy rentable desde el punto de vista de sus cotos operativos. Fue inaugurada en septiembre de 2010 y en ella se lleva a cabo la extracción de esos productos del desecho de la aceituna a través de unos disolvente orgánicos. Luego, el tratamiento será diferente dependiendo del destino, si es para alimentación animal, para cosmética, etc… Una de las características de la planta es que es de diseño propio, que es experimental. Ahora mismo estamos haciendo los últimos ajustes y empezando la producción y esperemos que en los próximo meses podamos empezar los procesos de venta, para lo cual estamos elaborando un plan de comercialización con dos compañías importantes a nivel nacional en cuanto a alimentación se refiere y en relación con la cosmética tenemos firmado un acuerdo a nivel mundial con un broker del sector.

¿Qué hace tan especial a este ácido maslínico?

Bueno es un ácido que ya habían estudiado los americanos allá por los años 90 y observaron que tenía una serie de interesantes propiedades desde el punto de vista biológico y humano. Se enfrentaron sin embargo a que estos ácidos no son muy abundantes en el reino vegetal, problema que nosotros no tenemos porque lo encontramos en grandes cantidades en los residuos de la aceituna. Entre las propiedades que hemos observado destaca que es un producto inhibidor de las proteasas, que lo hace especialmente válido para la salud humana y animal. Por ejemplo, sirve para combatir los parásitos intestinales que tantos problemas dan el en ganado aviar como el porcino. También hay otra serie de aplicaciones que derivan de su propiedad antiinflamatoria. Esas propiedades del ácido también ayudan a evitar la formación de tumores que podrían dar lugar posteriormente a malignidades que, por otra parte, también son evitadas porque el producto favorece la muerte celular, es decir que favorece la muerte de las celulas malignas y protege a las sanas. A todo lo cual hay que añadir que también puede inducir a las células malignas a transformarme en células sanas.  

 

Además tiene otras aplicaciones en campos como la cosmética…

Efectivamente, al tener entre sus virtudes la de regeneración celular por una parte y, por otra, al ser antiinflamatorio, tiene  interesantes aplicaciones en cosmética. Así, todo el proceso de envejecimiento puede ser tratado de forma eficaz con este ácido. También es válido para procesos de erosiones, degeneraciones, etc, etc. 

¿Cómo han solucionado la cuestión de la financiación de la empresa?

Ha habido un capítulo de financiació propia en el que los socios constituyentes aportamos un capital importante, en torno a medio millón de euros. Posteriormente formaron parte de nuestra empresa dos sociedades de capital riesgo, una pública que es Invercaria, dependiente de la Junta de Andalucía y, por otra parte Uninvest, que otra sociedad semipública, dirigida por al Universidad de Santiago de Compostela en la que participan otra serie de universidades nacionales. En definitiva es una sociedad de capital riesgo muy dirigida a empresas de base tecnológica. Ahora mismo no tenemos en nuestros planes ir a una ampliación de capital y en el caso de que fuese necesario, pensaríamos en entrar en el Mercado Alternativo Bursatil (MAB). Hoy día el capital social de la compañía está en torno a los 3 millones de euros.

¿No han participado nuestras cajas?

Lamentablemente, las cajas de ahora y la banca en general viven ajenas a estos proyectos y miran para atrás cuando se les plantea una operación de naturaleza biotecnológica porque no la conocen. La biotecnología es algo nuevo, que se conoce poco en nuestra sociedad y parece que el sector financiero tiene una especie de falta de comprensión  de lo que es ese futuro industrial del país y una de las soluciones dentro del nuevo ciclo que se nos abre. Desgracidamente, las cajas de ahorro no creen en el sector biotecnológico. 

¿Y a qué cree usted que es debido que se invierta tan poco en investigación y desarrollo en nuestra tierra?

Si, bueno, de hecho, nosotros vivimos instalados en un país, que tiene una comunidad autónoma y una provincia con una composición empresarial donde no se entiende el sentido de los periódos largos de maduración que tienen este tipo de empresas. Estos proyectos son rentables, pero necisitan periodos largos de maduración. Aquí lo que ha existido es un gran desarrollo de empresas del sector de la construcción donde los beneficios son a corto plazo y, normalmente, con escaso riesgo. Ese no es el caso de países como Alemania, donde el empresariado industrial, que asume los riesgos, supera ampliamente al del sector de la construcción. Por eso son líderes en el mundo, como le pasa a Finlandía, a Suecia, etc. O cambiamos el chip nosotros o realmente nunca vamos a salir del agujero. Evidentemente eso no ocurrirá mientras la falta de capitales, responsable en parte del enorme endeudamiento, siga presente, es decir, mientras los capitales escasos sigan huyendo a los sectores especulativos que son los sectores menos industriales y más expuestos a los ciclos y a las crisis cíclicas seguiremos con problemas. Esa es la razón por la que tardaremos mucho más en salir de la crisis. Sin embargo, hay que decir, por otra parte, que Granada, dentro de Andalucía, detenta el 80% de las empresas de biotecnología. ¿Y cómo se defienden? Pues fundamentalmente con ayudas públicas, en base a unos tremendos esfuerzos que hacen los investigado
res y el propio Ministerio que también apoya ultimamente bastante. En definitiva, sigue habiendo escasísima inversion del sector empresarial y es nula la aportación del sector financiero.

¿Hay ahora más compenetración entre la Universidad y el sector privado? 

Hay dos facetas para enfocar este tema. La Universidad vive del mundo de la investigación y tradicionalmente, al menos hasta ahora, ha sido ajena al mundo real, al mundo empresarial, a la economía real. Así, incluso, cuando algún sabio profesor ha desembocado o ha terminado en el mundo de la empresa nos hemos encontrado con empresas no muy agradables. Eso por un lado. Pero por otra parte, el sector empresarial tampoco ha estado conectado con el mundo de la universidad, entre otras cosas porque no ha pertenecido a este sector y el mundo de la construcción y de los servicios poco han tendio que ver con el mundo universitario. Ahora es el momento de conectar. Nos encontramos con unos magníficos investigadores pero no tienen formación empresarial y no tienen porqué tenerla, y hacer empresarios a los investigadores es un esfuerzo tremendo. Por otra parte, las escuelas de economía también son ajenas a este mundo de la economía y se echa de menos que la Universidad de Granada ofrezca un master de economistas orientado a preparar a personas para la gestión de empresas de base tecnológica. Esa es una descoordinación que yo vengo poniendo sobre la mesa en Granada desde hace bastantes años. Si pudieramos contar, cuando tenemos un investigador con un buen proyecto de empresa, con una persona con formación económica que tenga a su vez capacidad de entendimiento y conocimiento para desarrollar este tipo de empresas, se hace un maridaje perfecto. 

Entonces, ¿qué le diría usted a los empresarios granadinos y a la Universidad?

Bueno,  a los emprearios granadinos le diría que hay un mundo paralelo a ellos pero ajeno por completo, algo que se evidencia, por ejemplo, en que el sector de la biotecnología no está en la Confederación de Empresarios ni jamás hemos sido invitados a participar. Por otro lado, hay que decir que este mundo es el del futuro y el que no se suba a este carro se queda fuera para mucho tiempo. Me refiero a que es una buena oportunidad para subirse ahora a este sector. 

Y a la Universidad de Granada le diría que mire más hacia fuera, hacia un sector sin el cual no va a lograr ser la universidad del futuro. Eso no es que lo diga yo, sino que está visto y comprobado y es como funciona el mundo universitario. La Universidad de Granada debe reformar muchas cosas para logar acercarse más a la empresa, para posibilitar su participación directa en el capital de las empresas, cuestión esta última que hoy está bloqueado por una ley que lo restringe muchísimo así como la propia normativa universitaria. La mejor forma de que la universidad entienda el mundo de la empresa es estando en ella. 

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