Especial-Polígono Industrial Juncaril • Granada Económica

ENTREVISTA /  FRANCISCO CRUZ. PROPIETARIO Y GERENTE DE TALLERES GRÁFICOS ALBOLOTE

“Para tener una firma de referencia hay que pensar en renovar e invertir”

Nuevas Tecnologías/ Cruz cree que apostar por las nuevas tecnologías es fundamental

Francisco Cruz apenas contaba con 14 años cuando empezó a tomar contacto laboral con el mundo de la imprenta, en Barcelona. Tras un cambio de empresa, a los 18, y ultimado el servicio militar, con los 25 recién cumplidos, Francisco es el encargado general de una imprenta que empleaba a más de 30 personas.

A partir de ahí, Cruz empieza a tener inquietudes por instalarse por su cuenta en un oficio al que adora, usando sus propias palabras. Pero antes de montar su propio negocio, Francisco Cruz fue fichado por una conocida multinacional aseguradora para dirigir a nivel nacional el departamento de impresos y folletos de la compañía. 

Nace TGA

Algo más de un lustro después, Cruz y su mujer, ambos granadinos, decidieron montar el negocio en su tierra. La empresa para la que trabajaba le facilitó enormemente el tránsito, tanto es así que durante 6 años Talleres Gráficos Albolote era el proveedor de impresos y folletos de la multinacional. La empresa TGA se constituye en 1996, por lo que tiene más de 14 años. Francisco recuerda hasta el día  exacto en que la máquina empezó a funcionar: el trece de septiembre. Arrancó en el mismo lugar que hoy ocupa y si bien reconoce que al principio le costó hacer clientes, admite  que contaba “con muy buena base”, en referencia a la multinacional. 

Al cabo de  no más de 4 años la empresa adquirió la nave contigua. En los altillos se desarrolla el trabajo más técnico, el de diseño y preparación, abajo en la nave principal están las máquinas más importantes y en la nave contigua se almacena productos y trabajos. Talleres Gráficos Albolote está a la vanguardia técnica del sector. Así, cuenta con maquinaria  ‘heidelberg’, probablemente la casa más prestigiosa del mundo en cuanto a artes gráficas se refiere. Y no hablamos de las pequeñas, que naturalmente también están, (‘gto’ en argot de imprenta) sino de la grande que trabaja en máximo formato de 72×102 a cinco colores (por ejemplo una cuatricomía más un barniz, o una cara a un color y la otra a cuatro). Las nuevas tecnologías también han logrado acabar con el fotolito. Ahora los ordenadores hacen el trabajo y lo pasan directamente a plancha gracias al sistema CTP. Con estas  posibilidades técnicas, TGA es capaz de acometer prácticamente cualquier trabajo: libros, folletos, catálogos, tarifas, publicaciones de todo tipo, cartoncillo, cajas, etc. “Una gama bastante amplia”, dice Cruz. 

El cliente fundamental de la empresa pertenece al sector privado, si bien Talleres Gráficos Albolote también cuenta con clientes institucionales. La empresa lidia con la crisis con bastante solvencia a pesar de que también ha sentido bajas importantes, con una quiebra -de un cliente importante- que les ha afectado. Así, hasta el verano de 2009 el negocio anduvo bastante bien. Sin embargo, una baja de esta naturaleza, sobre todo si te sorprende con algunas facturas pendientes de cobro, nunca es agradable. Este año, según explica Cruz, “enero ha sido malísimo, catastrófico, febrero ha sido un poco mejor, pero también malo y marzo no lo veo tan mal, al contrario, lo veo bien, así que la sensación es que parece que va mejorando”. 

A pulso

El problema de acceso al crédito que tienen multitud de empresas también se nota “porque los bancos no sueltan nada y el que tenía alguna línea de descuento – o crédito- y no puede renovarla se encuentra con un grave problema”, asegura Cruz, quien dice conocer a algún colega en este estado. Pero TGA es un caso atípico por cuanto “ni teníamos línea de descuento, ni la tengo ni la quiero, porque no la necesitamos” afirma el empresario.  

Lo cierto es que TGA se financia a sí misma, a pulso. Como empresa ubicada en el Polígono de Juncaril, buena parte de sus mejores clientes también son de la misma zona.  A pesar de que Juncaril es el principal polígono de Granada, la crisis económica también ha dejado bajas importantes que, obviamente, han afectado a esta empresa. “De todas formas -añade Cruz- tenemos que vencer esto, porque apostamos por que la empresa llegue a su funcionamiento normal, aunque ahora nos esté costando”. En cuanto al estado en que se encuentra el polígono, Cruz  cree que se están haciendo cosas pero que todo es mejorable. 

Asimismo, es consciente de que la zona en la que se ubica su negocio tiene una importante pujanza por su localización y por el movimiento empresarial de los aledaños, si bien ahora está un poco ralentizado por la coyuntura económica.  “Este polígono necesita reactivarse y volver a la actividad que tenía hace un año y medio que era mucha”. Para Cruz uno de los síntomas de la paralización de la actividad es que han desaparecido los problemas de aparcamientos en la zona cuando hasta hace poco era uno de los princip

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